Van der Poel y el abuelo Poulidor: 62 años después, las fotos de Sanremo se ven iguales

En el espléndido montaje de Bettini, nieto y abuelo en la meta. En 1961 fue el turno de Poupou, la obra maestra de Mathieu Sábado

La sugerencia de una fotografía. Y en esos pocos centímetros que separan las dos imágenes hábilmente trabajadas por el fotógrafo Roberto Bettini -abuelo a la derecha, nieto a la izquierda- hay 62 años de edad. Era el 18 de febrero de 1961 cuando el francés Raymond Poulidor, el hombre de la derecha, ganaba la Milán-San Remo al primer intento. Tenía 25 años, había debutado profesionalmente el año anterior y hasta ese día no había ostentado ningún resultado digno de mención. Los favoritos eran otros: los belgas Van Looy, campeón del mundo, y Daems, ganador del último Giro di Lombardia, o los italianos Baldini, Nencini o el campeón nacional Defilippis. En todo caso, el gran Anquetil, que sin embargo nunca tuvo un sentimiento particular con la Classicissima, o el otro francés Darrigade. En cambio, al final prevaleció el buen Poupou. Y pensar que también había pensado en retirarse tras pinchar en un momento clave de la carrera. Por suerte se lo pensó mejor. Y tras volver al grupo de los mejores, fue él quien encendió los polvos. Capturó a su compatriota Annaert al pie del Poggio junto al holandés Geldermans, atacó solo en la última subida y despegó. Al pie de la bajada, a falta de 2 kilómetros, su ventaja sobre los primeros perseguidores seguía siendo de 400 metros, pero el grupo liderado por los hombres de Van Looy recortaba cada vez más la distancia peligrosamente. Sin embargo, no fue suficiente para atrapar nuevamente a Poupou, que venció con 3” apenas por encima de Van Looy y Benedetti.

Encore en la familia

Exactamente 62 años después, Mathieu Van der Poel, el hombre de la izquierda, escribió la misma historia el sábado, agregando una página extraordinaria al ya rico álbum familiar. Ataque decisivo al Poggio, fabuloso solo, bajada magistral, luego final con los labios apretados en el Aurelia, con Ganna, Van Aert y Pogacar persiguiéndolo, antes de la apoteosis final que le dio una de las perlas más hermosas de su carrera. Puede que Mathieu no haya ganado la primera vez, pero siempre estuvo cerca en las tres ocasiones anteriores. Es una pena que el abuelo Poupou ya no esté con nosotros. Quién sabe cuál sería su reacción…



ttn-es-14