En Valonia pronto será posible enterrar a un feto fallecido antes del sexto mes de embarazo en una tumba familiar o incinerar el cuerpo y llevarse las cenizas a casa. El gobierno valón aprobó una modificación del decreto funerario.
Hasta hoy, los padres que querían una ceremonia fúnebre física para un feto que habían perdido entre los días 106 y 180 del embarazo sólo podían elegir un “prado de estrellas” en determinados cementerios donde el feto podía ser enterrado o esparcido. Sin embargo, no fue posible enterrar al niño, por ejemplo, en una tumba familiar, ni llevarse a casa una urna con las cenizas ni colocarlas en un columbario. Eso ahora es posible.
Para el ministro Christophe Collignon, responsable de las autoridades locales, se trata de una cuestión de “humanidad”. Por tanto, es necesario “un marco claro para una legislación respetuosa”, afirmó en un comunicado de prensa.
El ajuste de las normas relativas a funerales y cremaciones no tiene impacto en los criterios de inscripción en el registro civil. Los padres pueden solicitar el registro a partir de los 140 días de embarazo, pero es obligatorio a partir de los 180 días.
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