WASHINGTON – El regreso a Roma desde Washington, para el ministro de Negocios y Made in Italy, Adolfo Urso, trae un buen botín para las políticas económicas del gobierno de Meloni. Urso arrebató a la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, la promesa de mayores inversiones de Estados Unidos en Italia; obtuvo una lista de unos 80 posibles inversores para el fondo de riqueza soberana de Made in Italy y fue invitado a explorar una posible asociación con empresas estadounidenses para la reconstrucción de Ucrania.
Durante la celebración del 77 aniversario de la República Italiana, en la noche del 1 de junio, Raimondo comenzó su saludo diciendo: “Nos gustaría hacer más negocios con Italia y ustedes deben hacer más negocios en los Estados Unidos”, confirmando una Informe aún fuerte entre los dos aliados. De cara entonces a la presidencia italiana del G-7 el próximo año, el secretario de Comercio insistió en “reforzar aún más nuestros lazos diplomáticos y comerciales”. Urso reiteró que “Italia es un país confiable y en crecimiento” gracias también a “las exportaciones a Estados Unidos” y dijo que estaba listo “para recibir otras inversiones en sectores estratégicos: infraestructura, verde, tecnología digital”.
El fondo estratégico del Made in Italy
En la rueda de prensa final, la ministra, ilustrando el fondo estratégico de mil millones de euros para Made in Italy, precisó que “los recursos financieros de sujetos internacionales públicos o privados podrían agregarse en breve”, y declaró que Estados Unidos podrá “proporcionar la mejor apoyo para aumentar los recursos financieros del fondo desde el momento de su próxima creación”. Urso explicó que los fondos fortalecerán las cadenas productivas del Made in Italy “a partir de la fase de aprovisionamiento de materias primas y no solo de las críticas”.
EE.UU.: apreciamos la fuerte voz de Italia en la UE y en la OTAN
Ucrania fue uno de los temas candentes también abordados por Gina Raimondo, quien valoró “la voz fuerte de Italia en la UE y en la OTAN” y la posición decisiva de Giorgia Meloni en apoyo a Kiev. La secretaria de Comercio espera una acción igualmente decisiva en el frente de la reconstrucción, donde ha empujado a las empresas italianas a trabajar en sociedad con firmas estadounidenses. Una petición que para Urso es un reconocimiento a la capacidad de las empresas italianas para cooperar y colaborar “en todos los contextos, especialmente en un contexto europeo y ciertamente en Ucrania, un país que conocemos y con una economía que es totalmente complementaria a la italiana”. .
Urso: el gobierno italiano decidirá sobre la Ruta de la Seda
China se mantuvo al margen de las conversaciones americanas, que en todo caso sigue en primer plano tanto en las relaciones comerciales como en la dirección de alianzas en términos de alineamiento pro-Washington o pro-Beijing. “No hemos hablado de la Ruta de la Seda”, dijo la ministra refiriéndose a la reunión con Raimondo y reiteró que continuar o no con el protocolo “es una decisión que el Gobierno tomará libremente en las próximas semanas, con plena conciencia que China fue, es y seguirá siendo un gran socio comercial con el que tenemos que tratar». Si bien reconoció que en ciertos sectores debe prevalecer la colaboración, la seguridad y el interés nacional, Urso deseó que “aumenten las inversiones chinas en nuestro país”, especialmente en tecnología verde o en la cadena de suministro de baterías eléctricas. Lo cierto es que en todo caso el enfrentamiento con Pekín sigue siendo “sistémico” y no sólo para Italia, sino para Europa.