“Según una estimación realizada con el modelo de microsimulación del PBO alimentado por una muestra longitudinal de datos administrativos relativos a declaraciones ISEE y desembolsos reales del RCD en el trienio 2020-22, de los casi 1,2 millones de hogares beneficiarios del RCD , aproximadamente 400.000 (33,6 por ciento) están excluidos de los AdI porque no hay sujetos protegidos dentro de ellos. De los aproximadamente 790.000 hogares restantes en los que están presentes sujetos protegidos, aproximadamente 97.000 (algo más del 12 por ciento) estarían en cualquier caso excluidos del uso del AdI debido a limitaciones económicas. En conjunto, por tanto, los beneficiarios del AdI rondarían los 740.000, de los cuales 690.000 ya son beneficiarios de RdC y 50.000 nuevos beneficiarios por la modificación de la restricción de residencia”. Así leemos en el informe de la Upb sobre política presupuestaria.
Quién se beneficia del nuevo apoyo (Adi) y quién no
En conjunto, considerando también los mayores recursos derivados de la plena compatibilidad entre el AdI y el cheque único, los hogares anteriormente titulares del RdC que recibirán el AdI recibirán un total de recursos equivalente a 6.100 millones, con un incremento de los beneficios en torno a los 190 millones. , mientras que los hogares anteriormente titulares de RdC excluidos del AdI perderían 2.700 millones. El PBO estimó la distribución de los hogares, distinguidos por la presencia de sujetos protegidos, según la variación del beneficio global. En conjunto, en torno al 42 por ciento de los hogares anteriormente beneficiarios de RdC que no acceden al AdI, con una pérdida media mensual en torno a los 460 euros. Los hogares desprotegidos, que no toman AdI, pierden de media unos 535 euros al mes. Los hogares con personas con discapacidad son los más beneficiados por la reforma, con un incremento medio de la prestación de 64 euros al mes. Los hogares con menores (no discapacitados), que son los más afectados por el cambio en el cálculo de la cuantía básica del AdI, incrementan la prestación global en algo más de la mitad (+124 euros de media al mes) y el resto percibe asignaciones más bajas (33,7 por ciento, perdiendo alrededor de 140 euros) o no reciben ninguna (13,7 por ciento de los hogares, perdiendo alrededor de 194 euros al mes). Considerando el conjunto de hogares con menores, de media, la prestación es sustancialmente estable (-9 euros de media al mes). Los hogares con personas mayores de 60 años (sin minusválidos y menores) son en cambio aquellos para los que la reforma tiene un menor efecto en la prestación. Aproximadamente el 71 por ciento de los beneficiarios anteriores de RdC/PdC serían indiferentes a la reforma. Sin embargo, incluso en esta tipología no faltan hogares que ven reducido su cheque (10,4 por ciento, de 173 euros al mes) o que no lo reciben (14,8 por ciento, perdiendo 101 euros al mes). Considerando el conjunto de hogares con personas mayores, de media, las prestaciones se reducen en unos 29 euros de media al mes No hay cambios significativos en la distribución territorial de los AdI respecto a la de las RdC, manteniéndose mayoritariamente a favor de los hogares residentes en el Sur (65,8 por ciento, frente al 64 por ciento de la RdC).
Saldos adecuados pero coberturas inciertas para el fisco y la AP
“La estabilidad de los saldos de planificación presupuestaria presentados en la Def 2023 parece adecuada”. No obstante “deben resolverse las incertidumbres relativas a la identificación de una adecuada cobertura financiera de las intervenciones que se prevén”: la renovación de los contratos públicos de trabajo, las medidas sobre pensiones, la reducción de la carga fiscal y las nuevas medidas que el Gobierno decidirá adoptar en la maniobra. La Upb lo afirma en el Informe de política presupuestaria. “En conjunto -leemos- parecen necesarios recursos conspicuos, que parece difícil encontrar sin afectar” los servicios y las políticas sociales.
Bueno, 2023, entonces toma riesgos, aprovecha las oportunidades del Pnrr
Para la economía italiana “existen riesgos al alza en las estimaciones de este año. A medio plazo (sobre todo para 2024) se confirma que los factores de riesgo se orientan a la baja”. La Upb lo afirma una vez más, subrayando además que “la implementación del Pnrr y sus tiempos representan un elemento fundamental a tener en cuenta”. Según la Upb, el Plan tendrá un impacto en el PIB de casi 3 puntos porcentuales en 2026 pero habrá que evaluar cuidadosamente las consecuencias de su reformulación. “Todas las oportunidades abiertas por la revisión se aprovecharán al máximo para garantizar un nuevo impulso a la acción de reforma y la mejora de las infraestructuras, ambas esenciales”, afirma la Oficina de Presupuesto del Parlamento.