Esta crisis se ve exacerbada por la reciente llegada de unos 10.000 inmigrantes a la pequeña isla italiana de Lampedusa. Se encuentra a unos 200 kilómetros al suroeste de Sicilia. Las instalaciones de recepción también están abarrotadas. Por eso los inmigrantes de Lampedusa son llevados al centro de acogida temporal en Sicilia.
La policía vigila el centro de acogida en Sicilia y actualmente busca a los inmigrantes fugados. El alcalde de Porto Empedocle expresó su frustración y calificó las circunstancias de escandalosas. Según él, los migrantes no huyeron, sino que fueron en busca de necesidades básicas como comida y agua potable. Pide urgentemente ayuda a Roma.
Al mismo tiempo, el gobierno encabezado por el Primer Ministro Meloni está tomando medidas para hacer que Italia sea menos atractiva para los inmigrantes desfavorecidos. Una de estas medidas es ampliar de tres meses a dieciocho meses el período durante el cual los inmigrantes desesperados pueden ser detenidos antes de ser deportados del país. También se está considerando la posibilidad de establecer más cárceles para inmigrantes en lugares remotos. Meloni también busca apoyo en Bruselas, donde la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, visitó recientemente Lampedusa y prometió el apoyo de la guardia fronteriza de la UE, Frontex.