Unilever dijo el jueves que había resuelto una demanda presentada por el directorio de su marca de helados Ben & Jerry’s por las ventas en los territorios palestinos ocupados, poniendo fin a una disputa de 18 meses que dejó al descubierto divisiones dentro de la compañía.
El grupo multinacional del Reino Unido dijo que “Unilever se complace en anunciar que se ha resuelto el litigio con la junta independiente de Ben & Jerry”, y se negó a proporcionar más detalles.
La junta directiva de Ben & Jerry’s, cuyo papel independiente fue consagrado cuando fue adquirida por Unilever en 2000, trató de sacar la marca de la tierra palestina ocupada por Israel el año pasado.
La demanda, presentada en julio, siguió a un movimiento de Unilever para vender el brazo israelí de Ben & Jerry a su licenciatario local a largo plazo, Avi Zinger. Esto tenía como objetivo eludir el intento de Ben & Jerry en 2021 de finalizar su acuerdo de licencia como un medio para cesar las ventas en Cisjordania. Ese movimiento siguió a una campaña de grupos pro-palestinos.
Zinger dijo el jueves que su acuerdo para adquirir los derechos israelíes de Ben & Jerry’s seguía vigente.
“No hay cambios en el acuerdo que hice con Unilever a principios de año”, dijo Zinger. “Espero continuar produciendo y vendiendo el delicioso helado Ben & Jerry’s bajo las marcas registradas en hebreo y árabe en todo Israel y Cisjordania en el futuro”.
La junta de Ben & Jerry no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios. La junta había argumentado que su papel en la protección de la “misión social y la integridad” de la marca incluía el derecho a retirarse de las áreas ocupadas. Dijo en 2021 que hacer ventas en Cisjordania era “inconsistente con nuestros valores”.
En la demanda, un caso poco frecuente de una empresa demandada por su propia subsidiaria, Unilever había argumentado que la junta directiva de Ben & Jerry’s carecía de poder para iniciar la acción legal y había presionado para que se desestimara el litigio.
La decisión de retirarse de Cisjordania enfrentó la oposición del gobierno israelí y de algunos estados de EE. UU., cuyos fondos de pensiones habían comenzado a desinvertir en acciones de Unilever.
Ben & Jerry’s, que durante mucho tiempo ha defendido causas políticas y medioambientales, superó los 1.000 millones de euros en ventas anuales el año pasado, convirtiéndose en una de las 13 marcas de Unilever con ventas de esta escala.