En Sigmaringen, el Primer Ministro de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann (Verdes), asistió personalmente a la manifestación. En Osnabrück, el ministro de Defensa, Boris Pistorius (SPD), advirtió durante una reunión contra el partido Alternativa para Alemania (AfD). Pistorius dijo que AfD quiere cambiar el sistema. «Eso no significa otra cosa que querer volver a los tiempos oscuros de locura racial, discriminación, desigualdad e injusticia». Pistorius también hizo una comparación con la República de Weimar, que no cayó a causa de sus enemigos, sino por la debilidad de sus amigos. «Hoy sabemos que la historia no debería repetirse», afirmó el político del SPD. La policía y los organizadores de Osnabrück hablaron de unos 25.000 participantes.
En Düsseldorf la manifestación se organizó bajo el lema “Contra AfD – No nos quedaremos en silencio. No miramos hacia otro lado. ¡Estamos tomando medidas!” En Kiel, los organizadores contaron más de 15.000 participantes en una manifestación.
La gente también sale a la calle en otras ciudades importantes como Berlín y Hamburgo. Allí el recuento aún continúa.
El canciller Olaf Scholz (SPD) se congratuló de las numerosas manifestaciones contra el extremismo de derecha de los últimos días y semanas. “Nuestro país está de pie. Millones de ciudadanos salen a la calle”, afirmó en su vídeo semanal “Kanzler kompakt”. “Es la cohesión de los demócratas lo que hace que la democracia sea fuerte. Nuestra democracia no está dada por Dios. Es obra del hombre. Ella es fuerte cuando la apoyamos. Y ella nos necesita si la atacan”.
Las protestas fueron provocadas por las revelaciones de que varios miembros del partido AfD, incluida la mano derecha de la copresidenta Alice Weidel, participaron en una reunión en Potsdam con líderes del Movimiento Identitario y discutieron planes para una «remigración» masiva de extranjeros de Alemania. En respuesta, desde hace varios días se han producido manifestaciones masivas en todo el país contra el partido de extrema derecha y contra el racismo.
