ELa una mujer que, cada martes, ella sube a la cima para elegir un amante solo por una noche es el mismo que, cada dos días, cuida con devoción a su hijo discapacitadoya adulto. El plan parece aceitado y eficiente. Mientras no se atasque. En cartelera a partir del 12 de diciembre, el primer largometraje de Maxime Rappaz narra la luminosa y dolorosa emancipación de una mujer de su papel de madre. Un melodrama enrarecido que todo descansa en la figura esbelta y elegante de la protagonista, Jeanne Balibar.
Un clip de la película solo por una noche
En el clip la vemos regresar de una de sus fugas.: Todavía tiene el vestido blanco, igual, que elige vestir en el nicho libertino que se permite habitar cada semana.. Se detiene en la puerta y escucha a su hijo rasguear el piano. Con una mirada conmovida, ella le sonríe y le regala una imagen de Lady D, el ídolo del chico. Y luego, en un paisaje montañoso veraniego y melancólico, ella regresa con él a su vida habitual.
La trama de la película.
Claudine es casi una asceta: cada día es la paciente y obsequiosa madre de un joven discapacitado: lo cuida en su casa, donde trabaja como costurera. Sólo los martes toma el tren y se va lejos.
Más allá de la presa Grande-Dixence hay un hotel donde un conserje cómplice les señala cada vez el hombre más pasajero de todos. Un florentino hoy, un inglés la semana que viene. Claudine propone un cortés intercambio de chistes centrados en el país de origen del extranjero: le servirán de materia prima para escribir cartas ficticias enviadas a su hijo por un padre ausente. Y los invita a subir con ella a su habitación. Le da un abrazo, le da las gracias y se va.
Durante un tiempo indeterminado, todo se escapa suavemente, como el tren que cada vez la lleva de regreso al valle. Hasta que un ingeniero hidroeléctrico alemán decide inesperadamente prolongar su estancia. Y logra romper el patrón de Claudine. Su diario de relojería que, hasta ese momento, le había impedido acceder al estado de felicidad.
La devoción de la madre de un discapacitado, el deseo de una mujer madura
«Quería retratar a una mujer en ese momento crucial de la vida en el que el tiempo que aún te queda por vivir es más corto que el tiempo que ya ha pasado. El momento crucial –que puede sorprendernos- en el que, más que nunca, podemos sentir la necesidad de hacer un cambio en nuestras vidas.” Así habla el director, nacido en 1986, del tema de su película. Para ello elige una madre, además la madre de un niño discapacitado que la encadena a él sin piedad, pero dependiente de ella ahora y para siempre.
Claudine es el emblema de muchas mujeres que asumen el papel de cuidador hasta el punto de aislarse del resto del mundo. Puro, se permite expresar necesidades que van más allá del rol: cuida enérgicamente su belleza. Y se permite ir a la montaña y tener sexo todas las semanas. Un esquema organizado, perfecto y gélido. Pero Claudine no se congela en absoluto y está destinada a derretirse como la nieve al sol, pero con resultados que no son los más predecibles.
El escenario simbólico
Rappaz elige para su película un entorno simbólico y sublimado: Claudine lleva una vida cotidiana en el valle con su hijo y su trabajo como costurera, y luego huye a la montaña. Aquí se comporta como una mujer desinhibida frente a Una presa vertiginosa, detrás de la cual «hay 100 millones de metros cúbicos de agua que podrían abrumarnos», como le recuerda su amante.
La historia está ambientada en 1997, en el verano en que murió la princesa Diana, que el hijo de Claudine adora. Pero la elección del período históricoaún no dominado por los medios de comunicación modernos, es sobre todo estético: el marco exacto de los personajes escenificados. Como explicó el director: “No podía imaginarlos usando teléfonos móviles”.
El reparto: la protagonista es Jeanne Balibar
Sólo por una noche se basa en la actuación mesurada de Jeanne Balibar y su belleza fría y hirviente al mismo tiempodiscreta y sensual. Parisina, 56 años, hija de un filósofo y un científico, es una actriz de encanto turbio que creció en el teatro, con La Comédie Française. En cine ha trabajado con Arnaud Desplechin, Jacques Rivette (¿Quién sabe?con Sergio Castellitto), Olivier Assayas y Mathieu Amalric (su exmarido y padre de sus dos hijos).
Su hijo es interpretado porEl actor suizo Pierre-Antoine Dubeyque Rappaz ya había elegido para su cortometraje Tendrese. Para interpretar a Baptiste se sumergió en un centro para personas con discapacidad: su personaje es creíble, nada caricaturesco.
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