Haidar Ibrahim, que huyó de la guerra en Siria, es uno de los rostros de una nueva campaña de fuegos artificiales. Perdió tres dedos por fuegos artificiales ilegales, con la fuerza de una granada de mano. Recuerda cómo apenas acercó la llama de su encendedor al fuego artificial cuando éste explotó. La explosión fue enorme. “Cuando tienes diecisiete años, no quieres que tu madre tenga que ayudarte a vestirte”.
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