Se informa que los niños de Great Ormond Street han quedado con lesiones de por vida después de someterse a operaciones chapuceras e innecesarias por parte de un cirujano “deshonesto”.
El cirujano ortopédico consultor Yaser Jabbar está bajo investigación debido a preocupaciones de seguridad sobre procedimientos que supuestamente realizó en 721 niños en el hospital infantil de Londres.
Entre los pacientes hay un bebé de cuatro meses, mientras que se dice que otro niño se enfrenta a la amputación de una extremidad. El Sunday Times informes.
En total, la investigación habría descubierto que 22 niños resultaron dañados, 13 de los cuales fueron calificados como “graves”.
A otros les quedaron piernas de longitudes diferentes, de hasta 20 cm, mientras que otros viven con dolor crónico años después.
Algunos pacientes también han quedado con deformidades permanentes.
Jabbar en el departamento de ortopedia del hospital.
Las preocupaciones se relacionan con la reconstrucción de extremidades, un tipo de cirugía que implica el uso de un dispositivo clínico conocido como marco de Ilizarov.
Este marco es un aparato de metal inventado por un médico soviético, que se fija a la pierna del niño con tornillos y luego se estira gradualmente para alargar sus huesos.
La investigación la están llevando a cabo cinco cirujanos expertos y se espera que dure otros 18 meses.
Jabbar ya no trabaja en el hospital, tras dimitir el pasado mes de septiembre tras un año sabático de 11 meses.
Los registros muestran que renunció a su licencia para ejercer la medicina en el Reino Unido el 8 de enero.
Esto ocurrió apenas cuatro días después de que el Consejo Médico General (GMC), el regulador de los médicos, le impusiera una serie de condiciones, entre ellas la de tener un supervisor clínico en todo momento.
Se está llevando a cabo una investigación del Consejo Médico General.
Se dice que una investigación confidencial del Real Colegio de Cirujanos ha compilado un informe condenatorio de 100 páginas sobre la práctica de Jabbar y el departamento en general.
Se cree que se completó en octubre, pero no se hizo público.
Sin embargo, The Sunday Times lo vio y informó que el periódico es muy crítico de GOSH y su cultura en general, y califica al departamento en cuestión de “disfuncional”.
Advirtió que el servicio de reconstrucción de miembros inferiores no era “seguro para los pacientes ni adecuado para satisfacer la demanda” y revela que los gerentes supuestamente no actuaron ante las preocupaciones de los denunciantes sobre el cirujano.
El fideicomiso del hospital dijo al periódico que es “vital” que los fideicomisos realicen tales revisiones “cuando se sospecha de un desempeño deficiente” ya que “garantiza una cultura de mejora continua”.
También reconoció preocupaciones sobre cuestiones culturales más amplias.
En un comunicado se afirma: “Es fundamental que los fideicomisos realicen este tipo de evaluaciones cuando se sospeche de un desempeño deficiente. Esto garantiza una cultura de mejora continua”.
En cuanto a cuestiones culturales más amplias, la fundación afirmó que reconocía las preocupaciones y dijo: “Como cualquier hospital, tendremos dificultades en relación con la cultura y la práctica y estamos completamente comprometidos a mejorarlas.
“Aceptamos los errores que se cometen. Estamos trabajando para que la gente se sienta más libre de hablar, pero todavía queda mucho por hacer.
“Encargamos revisiones como ésta cuando la cultura y el desempeño no están al nivel esperado, y seguiremos el estándar de oro y aprenderemos de sus hallazgos”.
Jabber trabajó en el hospital entre junio de 2017 y octubre de 2022, según un perfil de LinkedIn.
Se cree que ahora figura como trabajador en Dubai.
Jabbar se negó a hacer comentarios cuando The Sunday Times lo contactó y dijo que, en cambio, daría cuenta a “las autoridades pertinentes cuando lo soliciten”.
The Sun se puso en contacto con Jabbar y GOSH Trust para solicitar comentarios.