Una variante nueva y más contagiosa del virus MPox (anteriormente conocida como viruela simica) está ganando terreno en cada vez más zonas de África. Esta cepa, clado 1b, surgió en una región minera de la República Democrática del Congo (RDC) y se está propagando a países vecinos donde el virus no había aparecido anteriormente: Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote una emergencia internacional a mediados de agosto y advirtió sobre brotes en otros continentes. También se han informado infecciones en Suecia y Tailandia.
Hasta 2022, el mpox era local en algunas partes de África y se propagaba principalmente a través del contacto humano con animales salvajes infectados. En 2022, la variante clado 2b provocó una ola mundial de infecciones, especialmente entre hombres con múltiples parejas sexuales masculinas. Esa ola ha sido contenida. La variante que ahora circula entre humanos, el clado 1b, parece ser más mortal y contagiosa que el clado 2b. Debido al brote en una zona minera, está circulando entre mineros, trabajadoras sexuales, comerciantes y trabajadores inmigrantes. El virus se transmite durante las relaciones sexuales y otros contactos cercanos con una persona infectada.
El brote se ve amplificado por la crisis humanitaria en la República Democrática del Congo: 6,2 millones de personas huyen de graves conflictos dentro del país por parte de grupos armados violentos. Mpox ha sido diagnosticado ya en 17.000 personas en trece países africanos y más de 500 personas han muerto a causa de ella.
Las personas con MPOX experimentan durante semanas síntomas parecidos a los de la gripe, bultos y ampollas en todo el cuerpo: la viruela, que a menudo duele y deja cicatrices. Para las personas con poca resistencia, como los ancianos, las mujeres embarazadas, los niños y las personas con VIH, una infección puede ser mortal. Mpox a menudo causa abortos espontáneos. En la República Democrática del Congo, desde finales de junio se han aprobado dos vacunas para uso de emergencia. La OMS pidió a los países con suministros de vacunas que las donen. Francia, Alemania, España, Austria, Japón y Estados Unidos ya han donado vacunas o se han comprometido a hacerlo. La ministra de Sanidad, Fleur Agema (PVV), se ha negado hasta el momento.