A finales de septiembre, cuatro (!) nuevas películas de Wes Anderson salieron repentinamente del aire en Netflix. En el mundo del streaming se suele gastar mucho dinero, pero por el momento podemos considerar un éxito el acuerdo por el que Netflix compró Roald Dahl Story Company por más de 650 millones de euros. Le da a Netflix la libertad de adaptar la obra popular del escritor inglés en todo tipo de formas. Y si luego le das rienda suelta a Wes Anderson para adaptar cuatro de los cuentos de Dahl, resulta ser una elección brillante.
Sobre el Autor
Mark Moorman escribe de Volkskrant sobre series, fotografía y cultura popular.
Llegó en cuatro días consecutivos. La maravillosa historia de Henry Sugar (41 minutos), El Cisne (17 minutos), El cazador de ratas (17 minutos) y Veneno (17 min.) de descuento. Se puede decir que las películas se basan en las historias, pero es más que eso. En El neoyorquino Richard Brody llamó al cuarteto de cortometrajes “audiolibros dramatizados”, una descripción acertada.
Manejo de texto virtuoso
Los actores recitan casi todo el texto de las historias de Dahl: el texto continuo al espectador detrás de su pantalla y los diálogos, casi como un pensamiento casual, entre sí. El virtuoso manejo del texto y la sincronización que requiere están en muy buenas manos con actores como Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes (a quien también vemos una y otra vez como el narrador del mismísimo Roald Dahl) y Dev Patel. La artificialidad se ve reforzada aún más al mostrar los numerosos cambios de escenario en la pantalla, a veces con la ayuda de los llamados tramoyistas. Todo es de gran belleza artificial.
En el cortometraje más largo, La maravillosa historia de Henry Sugar (de la historia de Dahl La maravillosa historia de Hendrik Meier de 1977) vemos cómo Roald Dahl habla del personaje principal (Cumberbatch, en su primer papel de Wes Anderson), un hombre rico sin ningún propósito en la vida. En una biblioteca se topa con el diario de un médico (Dev Patel), que cuenta el caso milagroso de un hombre (Ben Kingsley) que, a través de la meditación, pudo verlo todo. Decide tomar el camino de la sabiduría, esperando que con este don pueda ganar todos los juegos de cartas.
Virtuosidad sin aliento
No se trata tanto de la historia (la segunda visualización ayuda con eso), sino del virtuosismo sin aliento con el que una historia parece desarrollarse en la siguiente. Con Dahl, las historias a menudo tratan sobre la crueldad descuidada de los personajes, pero con Anderson siempre se trata del arte de contar historias en sí.
La maravillosa historia de Henry Sugar, El cisne, El cazador de ratas, Veneno
★★★★☆
Drama
Cuatro cortometrajes de Wes Anderson, basados en historias de Roald Dahl
Con Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes, Dev Patel
Disponible en Netflix.