Casi uno de cada cuatro servicios de urgencias no puede ser accesible cuando llueve mucho. Las vías de acceso pueden volverse intransitables porque las calles están inundadas o el agua puede fluir hacia el hospital. Esto es evidente a partir de investigaciones realizadas por plataforma periodística Investico en colaboración con Nu.nl, el Güeldres, el estentor y El Amsterdam verde.
En total se trata de 17 de los 77 puestos de emergencia: el 22 por ciento. Durante las fuertes lluvias, las personas que necesitan cuidados intensivos a menudo no pueden recibir ayuda médica, advierten los expertos a los investigadores.
La investigación utilizó un modelo que tiene en cuenta las diferencias de altura y el drenaje del agua de lluvia a través del sistema de alcantarillado cuando caen 70 milímetros de lluvia en dos horas. Una lluvia de este tipo ocurre una vez cada cien años en cualquier lugar de los Países Bajos, aunque los expertos esperan que en el futuro se produzcan con más frecuencia debido al cambio climático. “Puede que no parezca tan frecuente, pero significa una vez cada cien años en todos los lugares de los Países Bajos”, explica a Investico el experto en inundaciones de la consultora HKV Dorien Lugt. “Estos chubascos ocurren con mucha más frecuencia en algún lugar de los Países Bajos. Calculamos unas cuatro veces al año”.
En algunos departamentos de emergencia, incluso un chaparrón amenaza el acceso. La sala de urgencias del hospital Slingeland de Doetinchem tuvo que cerrar dos veces este año para recibir pacientes debido a las fuertes lluvias. Otros seis hospitales corren el riesgo de quedar inaccesibles en caso de aguacero, entre ellos el hospital Gelre en Apeldoorn y el Zuyderland MC en Sittard-Geleen y Heerlen.