Una ‘catástrofe democrática’ amenaza al normalmente estable Senegal


Protestas en Dakar, la capital de Senegal.Imagen Guy Peterson / AFP

1. ¿Por qué el presidente Macky Sall quiere posponer las elecciones?

Sall pospone las elecciones hasta el 15 de diciembre, alegando que se debe a un conflicto entre el parlamento senegalés y el Consejo Constitucional. El año pasado decidió que decenas de miembros de la oposición no podían participar en las elecciones previstas para el 23 de febrero. La oposición acusó entonces al Consejo de ponerse del lado del partido gobernante de Sall. Posteriormente, la mayoría del parlamento apoyó una investigación parlamentaria al respecto.

Sall utiliza este conflicto para posponer las elecciones. Una votación tardía le conviene, ahora que a su propio partido le va mal en las encuestas. “El presidente había propuesto anteriormente al impopular Amadou Ba como su sucesor”, dijo Moussa Diaw, politólogo de la Universidad Gaston-Berger en Saint-Louis, al norte de Senegal. “Pero Sall reconoció que el candidato de sus sueños tiene pocas posibilidades de ganar las elecciones”.

Sobre el Autor

Joost Bastmeijer es corresponsal en África de de Volkskrant. Vive en Dakar, Senegal. De 2017 a 2022 vivió en Nairobi, la capital de Kenia.

Según Diaw, el aplazamiento de las elecciones ha dado tiempo a Sall para trabajar en la popularidad de su sucesor. “Pero tampoco se descarta que presente otro candidato presidencial en diciembre”.

Muchos senegaleses también temen que Sall, que gobierna desde hace doce años, siga en el poder. El segundo mandato del presidente saliente finalizaría el 2 de abril. Sall anteriormente dudaba de si se postularía para un tercer mandato, pero decidió no hacerlo después de una considerable controversia. Ahora, con el aplazamiento de las elecciones, el presidente amplía su mandato casi un año.

2. ¿Es legal la decisión?

El presidente y su séquito dicen que está actuando dentro de la letra de la constitución, pero miembros furiosos de la oposición calificaron la demora como “alta traición” y “golpe constitucional”. A ellos se une el profesor universitario Diaw. “En la Constitución senegalesa existe una cláusula de perpetuidad que fija la duración del mandato presidencial”, explica. ‘Esto no podrá acortarse ni ampliarse. Por tanto, la decisión es ilegal.’ Estados Unidos, un importante socio comercial de Senegal, también califica el aplazamiento de “no legítimo”.

3. ¿Qué puede hacer todavía la oposición?

Varios miembros de la oposición piden al Consejo Constitucional que anule la decisión. La población también está llamada a salir a las calles. Por este motivo, las autoridades deben prepararse para “calmar el espacio público”, según un reglamento de Sall.

La semana pasada quedó claro en Dakar, la capital de Senegal, cómo el gobierno quiere restaurar la “calma”: se cortó Internet móvil, se arrestó a líderes políticos y las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas. Un canal de televisión que informaba sobre los disturbios en la ciudad fue retirado definitivamente del aire.

El viernes por la tarde, grandes grupos de figuras de la oposición intentaron llegar a la plaza central de la Nación de Dakar para manifestarse, pero fueron recibidos por las fuerzas de seguridad que los dispersaron con botes de gas lacrimógeno.

4. ¿Qué significa el aplazamiento para la estabilidad de Senegal?

Los analistas temen que el retraso conduzca a una “catástrofe democrática” que “partirá al país en dos”. Diaw: “Si los partidos no se ponen de acuerdo sobre una fecha para las elecciones, la crisis se profundizará y Senegal podría unirse a otros países africanos caracterizados por la inestabilidad”.

El académico subraya que Senegal ya se enfrenta a problemas como la elevada deuda nacional, la inflación, la pobreza y el desempleo juvenil. “El gobierno debe cambiar de rumbo, de lo contrario el país quedará bloqueado por la oposición y la sociedad civil”.

5. ¿Cuáles son las posibilidades de que intervengan los militares?

A diferencia de otros países de África occidental, el ejército senegalés generalmente se mantiene al margen de la política. Sin embargo, se utiliza como elemento disuasorio para evitar disturbios. Diaw no descarta un golpe de Estado. “En una crisis política y social como ésta, todo es posible”, afirma. ‘Si esto continúa y las instituciones son bloqueadas y desmanteladas hasta tal punto que el país ya no funciona, sólo el ejército podrá salvar a Senegal.

Pero aún no hemos llegado a ese punto. Corresponde al Presidente Sall revertir su decisión, lo que evitará a Senegal un desastre para la democracia”.



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