Debió ser un espectáculo extraño para los automovilistas de la A73: un gran estallido y arena disparada a decenas de metros de altura. La segunda bomba aérea más pesada de la Segunda Guerra Mundial fue detonada el viernes por la tarde en Groeningen. “Esta fue una bomba muy peligrosa”.
Se está construyendo un parque solar a lo largo de la A73. Durante una investigación del suelo en busca de explosivos, se desenterró una bomba de alto poder explosivo.
“Se trata de un cañón de 500 libras disparado por un bombardero estadounidense”, dice Bert Lamber, de la agencia de investigación de explosivos Tavela. “Se trata de un explosivo muy peligroso, el segundo más pesado utilizado en la Segunda Guerra Mundial”.
La bomba fue detonada a primeras horas de la tarde del viernes. Pero para ello hubo que mover el peligroso proyectil. Fue encontrado a 70 metros de la carretera y una importante tubería de agua estaba a tres metros del explosivo. “Cerrar completamente la autopista costaría demasiado y el suministro de agua tampoco habría sobrevivido”, explica Lambers.
Por este motivo, la bomba altamente explosiva fue desmantelada el viernes por primera vez en una especie de búnker de arena. Luego se trasladó, se vertieron sobre él 700 metros cúbicos de arena y se eliminó todo y a todos en un radio de 1,2 kilómetros.
“Es basura hecha para destruir personas y materiales”.
Luego, un empleado del Servicio de Eliminación de Explosivos de Defensa hace una cuenta regresiva, presiona un botón y la bomba explota. Esto sucede con un gran estallido, la arena se eleva decenas de metros en el aire y las ramas y hojas caen de los árboles. “Fue una gran explosión”, dice Lambers riendo. “Cuando ves cómo se barre la arena, ves que una bomba así tiene poderes inhumanos”.
Lo que queda es un enorme cráter y fragmentos de la bomba del avión por todas partes. “Esta es la prueba de que la bomba ha sido destruida”. Lambers tiene un trozo de hierro afilado en sus manos. “Es basura, hecha para destruir personas y materiales. Este material todavía es perfectamente capaz de hacer eso”.
“Hemos hecho que Holanda vuelva a ser un poco más segura”, afirma Lambers mientras sostiene los fragmentos de la bomba en la mano. “Llevo esto en secreto a la oficina”.