Una agencia nacional controlará las profundidades. Llega hoy al Consejo de Ministros el proyecto de ley sobre seguridad de las actividades submarinas, con el que el Gobierno da cuerpo a la disposición contenida en el Plan del Mar aprobado en julio de 2023 y establece un nuevo organismo encargado de controlar la dimensión submarina. Cada vez más crucial, como no deja de señalar el Ministro de Protección Civil y Políticas Marítimas, Nello Musumecique concluyó ayer en Palermo la “Risorsa mare” de dos días promovida con Ambrosetti y que recibió el mensaje en vídeo del Primer Ministro, Giorgia Meloni: «La economía marítima ya nos da una gran satisfacción: en 2022 la contribución al PIB fue de 180 mil millones, pero tenemos la oportunidad de hacerlo cada vez mejor si combinamos esfuerzos y trabajamos estratégicamente».
El valor incalculable del fondo marino
Este es también el espíritu detrás del proyecto de ley, que se inspiró en un análisis contextual del valor creciente del fondo marino, cartografiado sólo en un 20%, que representa una preciosa reserva alimentaria y medioambiental. A nivel global, según el informe “El dominio (casi) submarino” del Centro de Estudios Internacionales, estamos hablando de más de 1,4 millones de kilómetros de cables submarinos y 1,2 millones de kilómetros de tuberías marinas, con 43 países que han equipado Activos submarinos y 505 submarinos desplegados a principios de 2023.
Meloni: «Explorando la carrera hacia el mundo submarino»
El Mediterráneo, gracias al cual – en palabras de Meloni – Italia puede jugar «la apuesta de volver a ser central y protagonista de la dinámica global» y también «explorar la carrera hacia el mundo submarino», es una encrucijada de infraestructuras críticas internacionales y nacionales, desde desde los gasoductos (por los que, también según datos del CeSi, pasa el 49% del gas que entra a nuestro país) hasta los backbones de conectividad a internet.
Una Agencia de 40 personas, directora propuesta por el Ministro de Defensa
De ahí la elección de crear en el Palacio Chigi una Agencia para la seguridad de las actividades submarinas (ASAS) que no sustituirá el control del tráfico de submarinos militares por parte de la Marina, sino que ampliará el ámbito a todo lo demás, regulando las actividades submarinas en zonas sujetas a la legislación nacional. jurisdicción y, sólo para infraestructuras de interés nacional en alta mar, para la seguridad de las infraestructuras y de las personas. La nueva Agencia contará con una plantilla de 40 personas, incluido el director general, que será nombrado mediante Decreto del Primer Ministro, a propuesta del Ministro de Defensa, previa consulta al Ministro de Política Marítima.
Todos los poderes de Asas
Entre las competencias confiadas a la autoridad se encuentran las de gestionar interferencias para evitar accidentes (existe la obligación para quien realice actividades de buceo en zonas bajo jurisdicción nacional de comunicar la fecha de inmersión con 15 días de antelación); autorizar el paso inofensivo de submarinos en aguas territoriales, en contradicción con el artículo 20 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar; definir normas mínimas de seguridad, en particular para garantizar que los vehículos submarinos no militares que operen en aguas interiores, en el mar territorial, en la plataforma continental y en la zona económica exclusiva dispongan de sistemas para la extracción de emergencia de personas de vehículos pilotados, transpondedores y sistemas de localización submarina. El proyecto de ley también atribuye a Asas las tareas de definir normas técnicas para el mando y operación de vehículos submarinos, adoptar directrices para el desarrollo tecnológico, definir la formación y los requisitos de idoneidad psicofísica de los trabajadores del sector, que deberán registrarse en un registro especial llevado por las oficinas portuarias.