Un rumano de 37 años ha sido condenado a cuatro semanas de prisión por robar un cortapelos para la nariz. «Acepto mi destino», dijo el hombre tras el veredicto.
El hombre fue detenido en Assen por el robo el 31 de agosto. Sacó el dispositivo del paquete y lo guardó en su bolsillo. Fue arrestado afuera de la tienda. «No sé por qué hice eso, había bebido alcohol», se defendió el hombre ante el tribunal.
Vive en los Países Bajos de forma intermitente desde 2016. Como trabajador migrante, de vez en cuando trabaja en un matadero. Durante ese período ya ha sido condenado cinco veces en los Países Bajos por hurto en tiendas.
«Por supuesto que se puede viajar libremente por Europa. Pero cada país tiene sus normas y valores. Aquí en los Países Bajos eso significa que no se roba. Esto se aplica en toda Europa, incluida Rumanía», afirmó el fiscal.
En algún momento terminará, añadió el fiscal. Pidió una pena de prisión de cuatro semanas. El juez estuvo de acuerdo.