Un proyecto de ley sobre el belén en la escuela y se desata la polémica: ninguna imposición


«Una provocación», «un bulo», «una imposición anacrónica» o, al menos, una «iniciativa fuera de lugar». Los directores de algunas escuelas multiétnicas repartidas por todo el país utilizan estas palabras para juzgar la iniciativa de la senadora de la FdI, Lavinia Mennuni, que en un proyecto de ley prohíbe a las instituciones educativas «impedir iniciativas promovidas por los padres, los estudiantes o los órganos escolares, destinadas a continuar las actividades vinculadas a las celebraciones tradicionales vinculadas a la Navidad y a la Pascua cristiana, como la instalación del belén, obras de teatro y otros actos relacionados con ellas». Según la FdI, «la decisión de algunas escuelas «de transformar la Santa Navidad en una “fiesta de invierno” es absolutamente inaceptable».

El CISL

Cisl Scuola es quien se pronunció a favor de la iniciativa parlamentaria. «Somos Italia y el belén es la representación de que estamos en casa en Navidad; después de todo, no existe el “Festival de Invierno”. No lo convertiría en una batalla de religión, son los fundamentos de nuestra cultura que la escuela no puede ignorar», afirma la número uno del sindicato, Ivana Barbacci.

El «no» de las escuelas multiétnicas

Para el resto, especialmente en las escuelas multiétnicas, hay un rotundo «no». «Nunca hemos tenido ningún problema: en nuestra escuela hay árboles de Navidad, crucifijos y nadie se ha quejado nunca de nada», afirma Verónica Migani, que dirige el Cesare Pesenti en Bérgamo, un instituto profesional donde viven 40 etnias de estudiantes. «Este proyecto de ley – continúa – me parece una provocación: no hay un ambiente hostil en las escuelas y la nuestra es una escuela multiétnica; exhibimos nuestros símbolos sin haber recibido nunca ninguna objeción o vandalismo; Por nuestra parte, respetamos el Ramadán de algunos estudiantes».
En Roma, Rosanna La Balestra es la directora del complejo Simonetta Salacone, entre Torpignattara y Centocelle, cinco escuelas para 1.400 alumnos de entre 3 y 13 años, muchos de ellos extranjeros, pertenecientes a 20 etnias diferentes, entre ellas Bangladesh. Para el director, la multiculturalidad del colegio es «una riqueza que experimentamos constantemente, una comparación entre lenguas y culturas. La imposición me parece anacrónica, además no responde a la autonomía de la escuela.»

los sindicatos

«Creo que es un engaño, porque es la única forma en que se puede definir. Me sorprende cómo alguien puede darle importancia a una noticia así. Estamos ante medidas que sólo sirven para desviar la atención de los italianos de los problemas reales de la escuela y del país», exclama Emilio Fratta, presidente de la DirigentiScuola. Y para Antonello Giannelli, presidente nacional de la Asociación de Directores (PNA), «hay que tener en cuenta las tradiciones del país, pero imponerlas por ley está fuera de lugar». «Releer la Constitución», resume Gianna Fracassi, secretaria general del Flc CGIL. Mientras que Giuseppe D’Aprile (Uil) pide que «en las escuelas, más que en ningún otro lugar, se promueva el pensamiento libre y crítico, en lugar de imponer ciertas tradiciones».

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