El petrolero que naufragó el jueves en la bahía de Manila, la capital de Filipinas, pierde petróleo desde el sábado. Según la guardia costera, se trata de cantidades todavía manejables, que ahora forman una mancha de petróleo de entre doce y catorce kilómetros. Además del combustible del barco, también se derrama el petróleo transportado.
El petrolero, llamado MT Terra Nova, se hundió el jueves tras enfrentarse a condiciones meteorológicas adversas. Un hombre se ahogó, el resto de la tripulación de diecisiete hombres fue rescatado. El camión cisterna transportaba 1,4 millones de litros de fueloil industrial, almacenados en tanques estancos. Si todo el petróleo termina en la bahía, sería el mayor derrame de petróleo en la historia de Filipinas.
Todavía no es así: la guardia costera todavía puede contener cantidades relativamente pequeñas de petróleo negro y espeso con tres barcos guardacostas y pantallas flotantes. Sin embargo, el petróleo se dirige a ciudades de las provincias de Batangas y Cavite a través de las corrientes marinas.
Los buzos llegaron al petrolero, que se encuentra a una profundidad de 34 metros, y vieron que pequeñas cantidades de su carga se derramaban. El propietario del petrolero hundido ha contratado a una empresa para trasladar la carga. La operación deberá comenzar el domingo y durará una semana.
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