Cada quince minutos muere un niño en Gaza debido a los bombardeos israelíes. Y los niños que sobreviven quedarán marcados de por vida. Así lo afirma Ingrid Rollema, que dirige desde hace treinta años una fundación que apoya creativamente a los niños de la zona. Toda esa miseria y horror, ¿qué le hace a un niño? ¿Y qué pasa con el derecho internacional? ¿No merecen protección los niños? “El miedo constante a morir es lo peor”.
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