En una casa de Waspik, la policía encontró el martes por la noche, entre otras cosas, una bomba pirotécnica de fabricación propia. El dueño resultó ser un chico de catorce años. También se encontraron otros fuegos artificiales ilegales en la casa, incluidos varios proyectiles, cobras y bengalas ilegales. El niño guardaba algunos de los pesados fuegos artificiales debajo de su cama, informó la policía.
“Si esto explotara, el sufrimiento sería incalculable”, escribió la policía en las redes sociales sobre la peligrosa situación que encontraron en la casa. Según la policía, el niño recibirá un castigo adecuado.
La policía acudió el martes por la tarde a la casa de Waspik tras recibir información de que allí se podían encontrar fuegos artificiales ilegales. La policía recibió el mismo aviso sobre una casa en Waalwijk. Allí se encontró una pequeña cantidad de fuegos artificiales ilegales.
Los fuegos artificiales encontrados han sido confiscados.