ESTE es el espeluznante momento en que los marineros tropiezan con un ‘barco fantasma’ que navega a 800 millas de las Bermudas sin nadie a bordo.
Dos yates del Proyecto de Investigación Oceánica se encontraron con el barco abandonado en el Océano Atlántico.
Los investigadores notaron que la vela de los barcos no estaba levantada, el motor no estaba funcionando y “no había señales de nadie”.
Preocupados de que alguien pudiera resultar herido, la pareja decidió subir a bordo y comprobarlo.
Uno de los miembros del equipo, Matt Rutherford, quien fue el primer hombre en navegar sin escalas solo por América del Norte y del Sur, se filmó a sí mismo mientras entraba para mirar más de cerca.
Él dijo: “Este es un velero terriblemente abandonado. Wolfhound del club de yates irlandés.
“No tengo idea de lo que hay dentro, voy a ir a buscar y espero no encontrar ningún cadáver ni nada”.
Cuando se aventuró dentro del bote, Matt dijo que tenía miedo de abrir puertas y gabinetes.
Después de mirar alrededor, dijo: “No hay cadáveres, gracias a Dios.
“Por cierto, esto es absolutamente loco. A 800 millas de las Bermudas, a 1500 millas de los EE. UU., parado en un Swan 48 muy bonito, en medio del océano”.
La pareja comenzó a arrastrar el bote detrás del suyo, recorriendo unas 50 millas el segundo día.
Matt dijo: “Es un poco divertido, un bote de 48 pies con un bote de 42 pies. Estamos haciendo todo lo posible para llevarla a las Bermudas”.
Después de pasar 47 días en el mar, la pareja comenzó a quedarse sin combustible, por lo que convenció a un carguero que pasaba para que se detuviera y les diera un poco de gasolina.
Continuaron tirando de Wolfhound, pero finalmente tuvieron que cortar la cuerda de remolque después de que se enredó alrededor del timón y amenazaron con romperla.
Según los detectives en línea, el barco pertenecía al patrón Alan McGettigan del Royal Irish Yacht Club.
Él y sus compañeros de tripulación Declan Hayes, Morgan Crowe y Tom Mulligan fueron rescatados por un carguero griego a 64 millas al norte de las Bermudas cuando su yate de 48 pies sufrió dos caídas durante olas de 20 pies y vientos de 50 nudos.
Alan activó una baliza de emergencia y dejaron a Wolfhound en el agua.
Nueve semanas después, Matt y su equipo se toparon con él, filmaron la recuperación y publicaron las imágenes en las redes sociales esta semana.