El técnico dejó claro que la banda pasará de brazo en brazo y ya tiene identificado un núcleo de candidatos: los pros y los contras de todos
Hasta hace algún tiempo, en Milanello y sus alrededores era una de esas cosas talladas en piedra. Uno de los mandamientos sobre la mesa de la ley rossoneri. Y es que: el capitán, en el Milán, es quien tiene mayor antigüedad en la empresa en cuanto a partidos disputados. Entonces empezaron a llegar las primeras exenciones. En los últimos años, más de un entrenador, manteniendo como base la pauta histórica, ha tomado algunas decisiones “poco convencionales” para diversas necesidades de vestuario, motivación y pruebas. Pero también hubo soluciones sorpresa, como el brazalete que el propio Berlusconi colocó en el brazo de Montolivo poco antes del partido AC Milan-Juve hace doce años. Ahora llega la revolución de Fonseca, que en los últimos días ha matizado: “En mi cabeza hay una ‘dirección rotativa’, no quiero un solo capitán”.