Algunos delincuentes han empezado a invertir más que antes en mensajes de chantaje. Al mismo tiempo, su tono se ha vuelto más amenazador.
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Según el Centro de Ciberseguridad de Traficom, la llamada extorsión pornográfica y diversas estafas policiales son populares entre los delincuentes porque son fáciles de propagar a grandes masas.
– Los mensajes no son ciertos. Utilizando un lenguaje opresivo y amenazante y temas especialmente sensibles, se intenta hacer que la víctima entre en pánico y pague el rescate exigido por el chantajista, afirma el Centro de Seguridad Cibernética. en su reseña semanal.
Chantaje sexual (ing. sextorsión) no es un fenómeno nuevo en sí mismo. Los estafadores se acercan a sus víctimas a través de las redes sociales y el correo electrónico y afirman que tienen imágenes de la víctima, por ejemplo, masturbándose.
A menudo, el mensaje se realza diciendo que las imágenes fueron filmadas con un teléfono o una cámara de computadora, y que el extorsionador también sabe con qué tipo de material se ha masturbado la víctima. Se amenaza con publicar el material en el círculo cercano del chantajista y en las redes sociales, si éste no paga el rescate, que a menudo se exige en criptomonedas.
Fotos de la calle de casa.
Según el funcionario, algunos delincuentes han comenzado a invertir más en mensajes de chantaje.
– Se han visto algunos casos en Finlandia y en todo el mundo, donde los delincuentes agregaron una foto de la calle de la víctima al mensaje para mejorar su mensaje de chantaje, informa el Centro de Seguridad Cibernética.
Iltalehti habló sobre el método de trampa generalizado a principios de septiembre. La información de contacto de las víctimas de extorsión, incluida su dirección particular, se ha obtenido, por ejemplo, mediante filtraciones de información o redes sociales.
Los delincuentes que cometen violaciones de datos a menudo venden sus hallazgos en paquetes grandes y otra parte puede utilizar la información exactamente para este tipo de chantaje, por ejemplo. Si en la filtración también se han incluido datos de dirección, es muy sencillo buscar una vivienda y hacer una captura de pantalla desde, por ejemplo, Google Maps.
– Con un esfuerzo extra, los delincuentes pueden aumentar la credibilidad de sus mensajes de chantaje. Aunque ver la dirección de la casa y una foto de la propia casa en un mensaje de chantaje es comprensiblemente alarmante, no son más que una forma cruel de asustar a la víctima para que pague el rescate exigido, asegura la autoridad.