Un fantasma en Barbera para el play-off de la Champions: es Matteo Messina Denaro

El 9 de mayo de 2010 se juega el Palermo-Sampdoria que vale el acceso a la competición reina: 35.872 espectadores y entre ellos uno de los hombres más cotizados del mundo

Ese día el fantasma llegó unos minutos antes del partido, subió las escaleras sin prisa, identificó su lugar en la tribuna y tomó asiento. A poca distancia, mezclados entre la multitud, unos hombres de confianza comprobaban que todo marchaba como debía. El fantasma vestía una camiseta de Palermo, de las rosañeras, con el número en los hombros y el nombre del jugador, le dijeron que era mejor así, se confundiría con miles y miles de hinchas. Era uno de tantos, un señor cincuentón con lentes de sol un poco retro, de esos ahumados, reloj de lujo y físico flaco de antaño, no era casualidad que siempre lo llamaran U Siccu, el Seco.



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