Un español tiene que pagar a su ex mujer más de 204.000 euros por los trabajos que ella hacía en casa durante su matrimonio. Durante esos 25 años, la mujer se ocupaba principalmente del hogar, mientras que el hombre se ganaba la vida. Que mientras los dos no estaban casados en comunidad de bienes, por lo que la mujer se quedó con las manos vacías en el divorcio.
Parte del monto es un pequeño pago de pensión para la mujer. El esposo también debe pagar pensión alimenticia a la esposa por sus dos hijas, una de las cuales es aún menor de edad.
Según la mujer, fue “obligada” por su expareja a quedarse en casa. Solo se le permitía trabajar en los gimnasios de hombres esporádicamente. “Ella era su sombra y le permitió crecer en su carrera”, argumentó su abogado. “Como resultado, él logró acumular una cantidad decente de dinero, mientras ella sacrificaba su carrera”, dijo. El Pais.
La mujer solicitó el divorcio en 2020. A través de la demanda, buscó reconocimiento por sus servicios a la vida familiar durante el último cuarto de siglo. Ella tenía razón por el juez.
De hecho, la ley española estipula que ambos cónyuges deben llevar la misma carga del matrimonio, en la medida en que sus recursos económicos lo permitan. El trabajo realizado en el interior cuenta como una contribución y puede ser motivo para solicitar una indemnización en caso de divorcio.
El hombre todavía puede apelar la decisión. La mujer ha dicho a través de su abogado que está “encantada” con el veredicto.