Un director tímido ante los medios debe salvar su Gran Bazar

Jerke Kooistra, ¿de dónde lo conocemos? ¿O realmente lo conocemos?

Los recientes intentos de salvar el Gran Bazar del abismo han puesto a la empresa en el punto de mira, pero el propio director Kooistra parece preferir permanecer en las sombras.

Big Bazar (más de 1.400 empleados) es una cadena de ofertas fundada en 2007 por Blokker Holding para competir con Action. Desde el inicio de la época del coronavirus, el minorista ha empezado a tener pérdidas y la deuda ha aumentado hasta aproximadamente 30 millones de euros. Actualmente se está llevando a cabo una demanda en la que Kooistra parece estar haciendo todo lo posible para salvar a la empresa de la quiebra.

Kooistra parece bastante tímida ante los medios. Hay poco que encontrar en Internet sobre el director general, ni siquiera una fotografía. Het Financieel Dagblad destaca que el comercio es cosa de familia. El abuelo de Kooistra solía ir a las casas en su bicicleta de carga para vender productos a granel.

Funciona a través de su abogado. NRC Finalmente para hablar con el CEO. Su explicación del silencio de la radio: “Tazas, platillos, platos, pinceles. Esa es mi vida. No soy tan socialmente activo ni tan interesante”.

Fries, de 50 años, es un emprendedor de principio a fin. “Soy un vagabundo al que le gusta estar en la carretera. Cada vez que oigo hablar de una fórmula interesante en Francia, mañana mismo voy inmediatamente de ida y vuelta. Me encanta el comercio y quiero ofrecer productos baratos para el consumidor”.

Kooistra no parece querer abandonar la batalla con Big Bazar. ¿Es una perseverancia honorable o un caso de fase de negación?

Kooistra cerró anteriormente veinte sucursales deficitarias en un total de 120 establecimientos en los Países Bajos y Bélgica, y habría intentado conseguir reducciones de alquiler para otras veinte sucursales.

Un último recurso para mantener la cadena a flote podría ser el procedimiento Whoa, la Ley de Homologación de Acuerdos Privados, que está en vigor desde 2021. La cadena de moda Shoeby también apostó la semana pasada por este nuevo plan, que ayuda a reorganizarse a las empresas con elevados endeudamientos, pero con actividades comerciales sanas.

El director general de Big Bazar destacó esta semana en conversación con la agencia de noticias AP que todo esto no significa necesariamente el fin del Gran Bazar. Pide a los proveedores que “piensen bien” y no se pongan nerviosos. “Tengo la esperanza de que el juez esté de acuerdo con la última propuesta”. Kooistra continúa diciendo que Big Bazar es básicamente una empresa sana, a pesar de los importantes atrasos en el alquiler.

La última noticia es que Big Bazar quiere vender sus diez sucursales belgas. Con el dinero que debería generar esta venta, Big Bazar espera persuadir al juez para que conceda a la empresa más tiempo para evitar una quiebra inminente. Así lo informó la empresa el viernes durante una audiencia judicial en Leeuwarden, según informó la agencia de noticias ANP.

A Kooistra le resulta difícil decir algo sobre sí mismo, ¿qué le caracteriza como persona?

El abogado Oscar van Oorschot describe a su cliente como un “luchador”. Una motivación más profunda del empresario gira en torno a un día de fiesta holandés a la antigua usanza: “Quieres ir a la ciudad y comer un stroopwafel con tus hijos. Una calle comercial vacía realmente no es lo que quieres. Todas las pequeñas empresas desaparecen. La convivencia está desapareciendo, en parte por los altos alquileres”.

En ausencia de la columnista Marike Stellinga, que se encuentra de permiso para escribir, el NRC elige cada sábado a una persona de la semana.



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