Un corazón, dos patrias y el Águila: Shaqiri vuelve a jugar el juego de la vida

Con Serbia nunca será un partido normal para él: hace cuatro años en Rusia exultó imitando el símbolo de Albania. Vida y obra de un genio musculoso y (quizás) incomprendido

Cuando Shaqiri hace clic en sus tacos, su vida hace ruido, toca con fuerza en las puertas de otras personas. Cuestión de colores, de historias, de banderas detrás de los tacones dibujadas en los zapatos. Por un lado está el de Suiza, un refugio seguro, por otro el de Kosovo, abandonado a causa de la guerra. “Tengo dos casas, ¿qué tiene de malo?”. Es por eso que el partido contra Serbia nunca será como cualquier otro. Quizá por eso, el mediapunta de la zurda de oro dará un poco más, en un partido que nunca será sólo fútbol.



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