Hace un año los llamaban ‘Brusselse Reuzegom’ y eran sospechosos de dos posibles violaciones. Pero desde entonces todo ha permanecido extrañamente tranquilo: los estudiantes del círculo estudiantil de Solvay todavía no han sido interrogados sobre el caso, aunque se trata de “hechos por los que normalmente te sacarían de la cama, por así decirlo”. ¿Cómo ocurrió eso? ¿El expediente está acumulando polvo en un armario de Bruselas? “Mi cliente revisa su buzón todos los días con la esperanza de encontrar una invitación de la policía”.
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