Un alto funcionario flamenco pide una reforma fiscal drástica: esto debe cambiar para mantener las finanzas públicas sanas

Si Flandes quiere mantener saludables sus finanzas públicas, también debería modificar los impuestos. Hay que reducir los costes laborales, pero esto debe compensarse con nuevos impuestos, como un impuesto al CO2 y un impuesto progresivo sobre donaciones y herencias. Así lo afirma Koen Algoed, secretario general del Departamento de Finanzas y Presupuesto del gobierno flamenco.

En su nota (no pública) “El camino hacia unas finanzas públicas sostenibles”, consultada por la agencia de prensa Belga, Algoed describe la preocupante evolución de las finanzas públicas belgas. Pero no sólo las luces rojas están encendidas para el total de la deuda pública belga, sino que la evolución de la deuda pública flamenca también da que pensar.

Por ejemplo, recientemente se supo que los costes por intereses de la deuda pública flamenca están aumentando gradualmente hasta alcanzar los mil millones de euros. Según el Tribunal de Cuentas, el ratio de deuda flamenca aumentará el próximo año hasta el 77 por ciento de los ingresos, muy por encima del objetivo fijado del 65 por ciento. En los próximos años, esa cifra aumentará aún más hasta alcanzar el 85 por ciento.

En su nota, el alto funcionario Algoed, ex jefe de gabinete del ex ministro de Presupuesto, Philippe Muyters, propone una serie de opciones que, según él, pueden “contribuir a unas finanzas públicas sostenibles”.

Donaciones y herencias

La vía más obvia gira en torno a las reformas fiscales. Por ejemplo, aboga por ampliar la base imponible. Esto se puede lograr no sólo haciendo que más personas trabajen, sino también reduciendo el número de “regímenes fiscales especiales, lagunas jurídicas o extras en los impuestos regionales”. Por ejemplo, las donaciones y herencias están gravadas a tipos mucho más bajos que los ingresos del trabajo. Algoed sugiere sumar esas transferencias y gravarlas “progresivamente, con franquicia”.

Bajan los impuestos laborales

Además, según Algoed, se necesita un cambio fiscal en el que el trabajo debería pagar menos impuestos, especialmente para los ingresos medios y bajos. “Debemos atrevernos a aplicar nuevos impuestos para esos ingresos perdidos (como un impuesto al CO2 o un impuesto al kilómetro inteligente)”, se lee en el memorando.

Algoed también aboga por trabajar con “dotación presupuestaria plurianual” por área de política. De este modo se acuerda una norma de gasto general y cada área política recibe una parte. “Por lo tanto, cada ministro es su propio ministro de Finanzas dentro de los límites establecidos para su área de gasto”, decía.

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