A fines de febrero, la Isla de las Serpientes, una pequeña isla al oeste de Crimea, fue atacada por Rusia. En ese momento, 13 soldados ucranianos estaban presentes en la isla como guardias fronterizos, quienes se negaron a rendirse.
El buque de guerra ruso advirtió: “Le sugiero que deponga las armas de inmediato y se rinda para evitar derramamiento de sangre y muertes. De lo contrario, serás bombardeado”. Sin embargo, esta advertencia fue en vano, ya que la respuesta de los soldados ucranianos fue igualmente clara: “Ve y jódete”.
Inicialmente se pensó que los soldados murieron poco después, como consecuencia de las bombas y bombardeos rusos. El presidente Volodymyr Zelensky anunció que los guardias fronterizos serían honrados póstumamente como «Héroes de Ucrania», el premio más importante del país. No está claro si sabía en ese momento que todavía estaban vivos o asumió que los habían matado. Después de todo, un poco más tarde quedó claro que los guardias fronterizos habían sido capturados por Rusia.
Los soldados ucranianos que sobrevivieron, incluido Hrybov, ahora están de vuelta en Ucrania. Allí este último recibió una medalla por la valiente resistencia contra Rusia.