Los mercados recompensan el “viaje” de una empresa que cotiza en bolsa hacia mayores beneficios, menos su llegada. El precio de una tarifa en el tren UBS ha aumentado últimamente a alrededor de 1,3 veces el libro tangible, el más alto en cinco años. Sin embargo, esa valoración tendría que casi duplicarse para alcanzar a su rival estadounidense Morgan Stanley.
La compra forzada de Credit Suisse, su homólogo suizo en apuros, puede llevar a UBS hacia ese objetivo. Sin embargo, UBS primero tendrá que clasificar el equipaje de su objetivo.
Los resultados del primer trimestre del martes dieron a los inversores un vistazo de cómo le había ido a UBS antes del acuerdo. Fueron presentados por Sergio Ermotti, el formidable ex jefe que ya reemplazó al holandés Ralph Hamers.
Hubo pocas sorpresas. Un índice de capital ordinario de nivel uno del 13,9 por ciento fue ligeramente más bajo de lo esperado.
Más importante aún, Ermotti ofreció una instantánea de un negocio combinado con unos $ 5 billones de activos invertidos. Llegar allí sin el acuerdo le habría llevado a UBS otros 7 a 10 años.
¿Deberían los inversores recompensar a UBS por su gran salto inesperado con un múltiplo de valoración más grande, algo más cercano al libro tangible de 2,1 veces de Morgan Stanley? Una mayor escala debería ayudar, pero los grupos ya tienen mucho en común. A fines de marzo, el rendimiento subyacente del 15 por ciento de UBS sobre acciones tangibles sigue al de Morgan Stanley en aproximadamente dos puntos porcentuales. Las tasas de crecimiento de las ganancias netas por acción parecen similares a las de 2025, aunque UBS tendrá costos de integración por venir que los analistas aún tienen que modelar.
Hay diferencias clave, por supuesto. Morgan Stanley está muy expuesto a la dinámica economía estadounidense. Su principal accionista japonés, Mitsubishi UFJ, posee el 22,6 por ciento. Los fondos indexados de EE. UU. también tienen grandes participaciones. Una teoría es que estas participaciones amplifican el efecto que tienen los buenos resultados sobre el precio de las acciones a través de un free float restringido.
UBS no puede replicar esos atributos. Pero, con el tiempo, debería poder reducir la brecha de valoración con su rival estadounidense, sobre todo porque el gran banco de inversión de Morgan Stanley generará incertidumbre sobre las ganancias. Los inversores deben sentarse y disfrutar del viaje.
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