El hockey era el deporte favorito de Tycho Smits (14) cuando aún vivía en Den Bosch. Hace cuatro años, la familia Smits emigró a Bonaire. Allí no tenían un club de hockey, así que tomó un rumbo diferente. Después de buscar un nuevo deporte, eligió el windsurf y resultó ser bueno en él. Muy bien, porque Tycho es campeón del mundo sub quince desde este año.
Llueve a cántaros, el viento sopla fuerte y con temperaturas de unos 10 grados, es necesario un abrigo de invierno grueso. Tycho Smits no echa de menos el clima holandés. “Aquí en Bonaire siempre hace entre 30 y 35 grados. Casi siempre uso bañador en mi tiempo libre”.
Que Tycho viva con su hermano y sus padres en una isla tropical es el sueño del padre Bart y de la madre Femke desde hace algún tiempo. Decidieron hacer realidad su sueño y se fueron a Bonaire hace cuatro años. Después de un año regresaron a Den Bosch, pero al cabo de tres meses sentían nostalgia. Volvieron a tomar un avión, esta vez por tiempo indefinido.
“Mi afición se volvió cada vez más seria”.
Tycho va a la escuela, pero también se sube a una tabla de surf seis días a la semana. Nunca había hecho eso en Holanda, pero en Bonaire asistió a una clínica de windsurf. “Disfruté haciéndolo, aunque al principio no lo tomé muy en serio. Justo antes de nuestro viaje de regreso compré equipo de surf para poder continuar en los Países Bajos. Cuando regresamos rápidamente a Bonaire, mi afición se hizo cada vez más importante. grave.”
“Ganar el título mundial es muy especial”.
Su primera carrera internacional fue en Aruba. Este año estuvo en el inicio de una competición en Italia y se le permitió participar en el Mundial de Turquía. Allí se llevó el oro en la prueba de slalom, en la que hay que recorrer un recorrido a lo largo de varias boyas. “No había viento fuerte, esa es mi preferencia. Soy un poco más liviano que la mayoría de los competidores y voy más rápido. Lograr el título mundial con un grupo tan fuerte de participantes es muy especial”.
“Puedo pensar en todo mientras navego”.
Quiere sacar el máximo provecho de su deporte. Pero Tycho está sobre la tabla de surf principalmente para divertirse. “Las condiciones en Bonaire son perfectas, puedo entrenar durante muchas horas. Es una manera maravillosa para mí de encontrar mi paz. Las olas debajo de mí, el agua azul cálida y hermosa sobre mis pies y esa sensación de velocidad. Puedo “Pienso en todo mientras surfeo. Pero cuando participo en una competición, es cuando se activa el interruptor”.
¿Echa de menos Tycho Holanda y Den Bosch en particular? “Hago competiciones con el número 11 11. De esta manera, Brabant siempre estará conmigo”.