Turismo: de la RDC a los flujos a los vales, todas las propuestas para encontrar trabajadores desaparecidos para el verano


El turismo se prepara para la nueva temporada estival con buenas cifras de llegadas del extranjero: pero en la primera oportunidad real de recuperar lo perdido a largo plazo por el Covid, aunque habrá que afrontar la nueva emergencia del conflicto en Ucrania , una ‘sombra. El de la falta de trabajadores, como reiteradamente han subrayado las asociaciones del sector y también el ministro de Turismo, el jugador de la Liga Norte Massimo Garavaglia que habló de una déficit en el sector “De 300-350 mil personas”: “Con el alto número de parados que tenemos quiere decir que algo anda mal”.

El ministro anunció una mesa con su colega del Trabajo Andrea Orlando y con los operarios “para ver qué se puede hacer de inmediato” para solucionar el problema de la escasez de personal. Un espacio en el que debatir las propuestas hipotetizadas por Garavaglia: desde una intervención para modificar la renta de la ciudadanía hasta la reapertura de los flujos migratorios pasando por la reintroducción de los llamados bonos.

Un “cupón” a la renta de la ciudadanía

“Para la renta de la ciudadanía y Naspi creo que necesitamos un ajuste radical”, fue la premisa de Garvaglia quien propone “una salida paulatina” para quienes poseen la medida de apoyo económico: “Por ejemplo, creo que una temporada nos la quitamos 50 % siempre y cuando vaya a trabajar».

Reapertura de flujos migratorios

La otra idea para no bloquear el reinicio del turismo es para Garvaglia la de un decreto sobre flujos para permitir la entrada en Italia de personal a emplear en el sector. “Tendremos que llevar extranjeros, de lo contrario los hoteles no podrán funcionar”, dijo el ministro. El decreto de flujos para 2022 autorizó el ingreso de 69.700 trabajadores extranjeros, más del doble del tope fijado para 2021 (30.850). Se reservaron 42.000 asientos para entradas para trabajos de temporada.

La reintroducción de los vales

Garavaglia ha relanzado la posibilidad de reintroducir los bonos, en el sector agrícola y turístico. “Una herramienta eficaz para combatir el trabajo ilegal” que “permita la integración salarial, para quien lo desee, de forma sencilla y transparente”, es la posición de la ministra. Nacidos con el gobierno de Berlusconi como sistema de pago por algún trabajo ocasional, los bonos experimentaron un auge durante el gobierno de Renzi, que con la Ley de Empleo elevó el umbral de compensación percibible de 5 mil a 7 mil euros anuales. Sin embargo, a lo largo de los años comenzaron a surgir una serie de cuestiones críticas, principalmente vinculadas a la trazabilidad de los comprobantes. Ante una serie de investigaciones, salieron a la luz numerosas irregularidades, utilizándolas los empresarios para contratar a un trabajador por una hora, haciéndolo trabajar ocho horas, dando como resultado una forma cada vez más extendida de trabajo gris. A fines de 2017, el gobierno de Gentiloni lanzó un apretón y los reemplazó con contratos de servicios ocasionales y el libro de familia. Consciente de la experiencia pasada, Garavaglia subrayó que los vales “deben repensarse, deben establecerse más reglas y debe implementarse un seguimiento cuidadoso”, también a través de las nuevas herramientas digitales “.



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