Turín, en la Copa de Italia sólo sonríe: qué póquer en la Cittadella. Y ahora está Milán

Tras eliminar a Palermo, el equipo de Juric también se deshace de los venecianos. En enero el partido contra los campeones italianos

De nuestro corresponsal Mario Pagliara

18 de octubre
– Turín

El Toro retoma el viaje dejando caer el atizador en la Copa. Fue necesaria una victoria para llenar el espíritu y el vestuario con autoestima y nuevo entusiasmo. Una piedra de Radonjic, el oportunismo de Pellegri, el trío de Schuurs y el cabezazo de Zima empujan a Juric a la segunda vuelta de la Copa de Italia donde se le abrirán de par en par las puertas de San Siro (en enero estará el partido contra el Milan de Pioli). Ciudadela de voluntad fuerte, durante más de una hora apreciable antes de derretirse, pero la diferencia la marcaron los golpes de los individuos. Y aquí el Toro puso la flecha cerrando el 4-0.

LA SBERLA

Un manotazo de Radonjic piensa en barrer los fantasmas, casi queriendo sacudirse la escoria que, quizás inevitablemente, el derbi del sábado se le escapó en la final a la izquierda en el vestuario. La piedra del serbio a los veintiún minutos es la cometa que ilumina a un Toro que, en la primera mitad, viaja a trote pequeño en esta tarde de Copa de Italia. En los dos días que separaban este desafío del derbi, probablemente Juric habrá olido el aire en el vestuario. Y así, para no dejar de clasificarse para la segunda vuelta, no se fió del todo de las segundas líneas. El técnico croata diseña un Toro que se parece mucho a la versión del campeonato, con Vlasic-Radonjic y Pellegri componiendo el tridente ofensivo. Vuelven a entrar Singo, Vojvoda y Ricci. Por otro lado, Gorini presenta una Ciudadela llena de coraje y voluntad, que también acaba espantando las granadas en la salida.

Pasados ​​los veinte minutos, y con el cero a cero, se necesita el excelente instinto de Milinkovic para zambullirse para evitar que Tounkara (que salió con la cabeza en medio del marcaje casual de Zima y Singo) se llevara la Ciudadela por delante. Habiendo recogido el gol de Radonjic, los venecianos siguen con la cabeza bien adentro del juego. En el primer tiempo el Tauro trata de manejarlo un poco, no encuentra dentro de sí mismo la energía para imponer su juego habitual. Y no faltan situaciones en las que se muestra imperfecto en defensa ante los intentos de Embalo y Magrassi. A mitad de carrera, el episodio es decisivo. En la segunda mitad, a los diez minutos, Pellegri aprovecha el desbarajuste de Donnarumma (resbala y genera un rebote) y firma el doblete, abriendo el camino a Toro hacia la segunda vuelta. La Cittadella se derrite, las granadas proliferan. La guinda es Schuurs (asistencia de tacón de Vojvoda) a quince minutos del final, luego el 4-0 de Zima.



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