Si bien el número de muertos por el huracán Helene en el sur de Estados Unidos aumentó el martes a 130, la catástrofe también influyó en las campañas electorales del lunes. Tanto Kamala Harris como Donald Trump ajustaron sus planes de campaña. Harris fue a Washington para consultar con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). En una conferencia de prensa desde la sede de FEMA, indicó que solo viajaría al área afectada una vez que no interfiriera con los esfuerzos de socorro. „Nuestra nación está contigo”, enfatizó.
Trump voló inmediatamente a la zona afectada para observar los escombros en la ciudad de Valdosta (en el estado de Georgia) y dar una charla con su gorra roja. Allí afirmó que no quería que el desastre fuera político y que al mismo tiempo fuera criticado por la administración Biden. Afirmó que Brian Kemp, el gobernador de Georgia, habría tenido grandes dificultades para hablar por teléfono con el presidente. Eso resultó no ser cierto. “Trump está mintiendo”, dijo Biden cuando se le pidió una respuesta. Así lo confirmó el republicano Kemp, quien dijo que había consultado con Biden durante mucho tiempo.
Tirar toallas de papel
Es difícil decir si el huracán tendrá efectos en las elecciones y qué efecto tendrá. Carolina del Norte, el estado más afectado, es uno de los estados donde ya era posible votar. Esto se ha vuelto mucho más difícil debido a los graves daños a la infraestructura. Los votantes demócratas utilizan con relativa frecuencia el voto por correo, mientras que los republicanos suelen esperar dia de la votacion.
Trump esperaba asestar un golpe con su comentario, pero nuevamente ha centrado la atención en sus propias políticas como presidente. Varios medios estadounidenses hablaron ampliamente de su (falta de) acción tras el huracán María, que causó estragos en Puerto Rico en 2017 y, según el recuento oficial, dejó tres mil muertos. Trump sólo fue a la zona del desastre después de trece días para distribuir allí “suministros de ayuda”. Las imágenes de Trump arrojando toallas de papel a una multitud fueron calificadas en su momento por Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de la capital puertorriqueña, San Juan, como una “exhibición espantosa”. Trump también discutió sobre el número de muertes, que según él era mucho menor que las cifras oficiales.
Más actual es una medida política que Trump tomó en 2019, en la que hizo recortes significativos a la agencia de ayuda en casos de desastre FEMA para liberar dinero para seguridad fronteriza adicional cerca de México. Trump y los republicanos querían hacer recortes importantes a FEMA de todos modos, con la idea de que la ayuda en casos de desastre debería ser un asunto de los estados. El Servicio Meteorológico Nacional y la Vigilancia Nacional de Huracanes también tendrían que desaparecer, dando paso a las empresas comerciales. Es una visión que sus donantes y colegas republicanos apoyan incluso después de este desastre.
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