Triunfar en su estrategia digital: ¿qué consejos puede sacar Francia de los países escandinavos?


En la oficina, basta con mirar a su alrededor para darse cuenta de que en muchas empresas francesas todavía hay equipos informáticos obsoletos (como, por ejemplo, máquinas de fax). Aunque la pandemia ha acelerado la digitalización de los sistemas existentes, algunos métodos persisten desde que los empleados regresaron a la oficina. La digitalización en Europa es crucial y, sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer, particularmente en Francia, el Reino Unido y Alemania: estos tres países ni siquiera estaban entre los 10 primeros en el ranking de competitividad digital de 2022. No faltan lo hará, ya que en Francia, por ejemplo, el 70% de los trabajadores quieren adquirir capacidades en el ámbito digital. Sin embargo, estas personas suelen carecer de tiempo y recursos.

Para remediar esta situación y acelerar sus esfuerzos de digitalización, Francia puede aprender de sus vecinos escandinavos (Finlandia, Dinamarca y Suecia), que se encuentran entre los más digitalizados del mundo.

Aceleración digital en Escandinavia: un proyecto a largo plazo

El marco político y económico relativamente estable de los países nórdicos es una de las razones clave por las que esta región ha ganado ventaja sobre el resto del continente. La población, pero también la comunidad empresarial, siempre han apoyado el desarrollo digital. Esta confianza se ha construido durante décadas. Por ejemplo, en Suecia, en la década de 1990, una iniciativa a gran escala permitió que un millón de suecos recibieran su primera computadora en casa. Se distribuyeron más de 850.000 ordenadores por valor de mil millones de coronas suecas de parte de los contribuyentes. El 71% de las personas cree ahora que sus conocimientos informáticos han mejorado gracias a esta inversión. Este es un ejemplo perfecto de una iniciativa implementada por un gobierno para democratizar la tecnología, particularmente a través de la educación.

La digitalización requiere educación

Los países nórdicos han logrado alcanzar una etapa avanzada de su transformación digital gracias a la educación. De hecho, se ha alentado a las escuelas a equiparse con tecnologías de vanguardia para enseñar habilidades como programación y codificación a los niños desde el comienzo de su escolarización.

Por supuesto, no todos los países tienen suficiente presupuesto para aplicar los mismos métodos, pero esta es una oportunidad para que el sector tecnológico intervenga e invierta en la educación de las generaciones más jóvenes. Sin embargo, no debemos dejar atrás a otras generaciones. Los profesionales al principio, a la mitad o incluso al final de su carrera necesitan apoyo para desarrollar sus habilidades. Además, en un contexto de creciente escasez de capacidades digitales, Europa está avanzando muy lentamente hacia su objetivo de tener un 80 % de adultos con capacidades digitales, así como 20 millones de especialistas en TIC empleados para 2030.

Según el Barómetro Digital, al 40% de las personas encuestadas les gustaría beneficiarse de una formación gratuita para poder ser independientes. Por tanto, las empresas deben redoblar sus esfuerzos para mejorar las capacidades de todos. No se trata sólo de equipos en constante contacto con lo digital, sino de todos los departamentos, desde finanzas hasta producción y recursos humanos. De este modo, las empresas francesas serán más competitivas a nivel internacional.

¿Qué estrategia para Francia?

Para alcanzar a sus vecinos escandinavos, los países de la UE deben demostrar un mayor pragmatismo. Esto comienza con los tomadores de decisiones, desde las empresas más pequeñas hasta los niveles más altos del gobierno, y debe suceder en pequeños pasos. Además, es necesario reevaluar constantemente los avances y compartir las responsabilidades.

Francia ya ha comenzado a invertir para acelerar su transición. Con su plan “Francia 2030”, el país prevé un mayor dominio de las tecnologías digitales, más particularmente en los sectores de la ciberseguridad e incluso de la inteligencia artificial, sin dejar de invertir en talento y formación. La tecnología digital representa una inversión importante en Francia y para el Estado, con el fin de ser más competitivos, en particular:

  • 2.400 millones de euros dedicados a tecnologías digitales como la ciberseguridad, por ejemplo. Esta inversión apoyará el desarrollo de empresas emergentes y reforzará la soberanía tecnológica en Francia.
  • 250 millones de euros para abrir la tecnología digital para todos.
  • 300 millones de euros para la integración de los jóvenes así como para la formación en profesiones digitales.

A través de estas medidas y continuando invirtiendo en tecnología digital para sus ciudadanos, Francia está en el camino del éxito.



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