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Los manifestantes bloquearon la entrada a la Cámara Baja de México el martes, lo que llevó al partido gobernante a reunirse en un gimnasio para votar sobre una nueva y polémica ley para elegir directamente a los jueces.
Los manifestantes en la Ciudad de México, muchos de los cuales trabajan en el poder judicial, expresaron su enojo por el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador de despedir a más de 1.600 jueces federales, incluidos los de la Corte Suprema, y reemplazarlos mediante elecciones públicas.
En respuesta, los legisladores del partido gobernante Morena convocaron a una sesión en un complejo deportivo en el este de la capital. Estaban sentados en sillas plegables discutiendo los cambios que han provocado el rechazo de los inversionistas y las potencias extranjeras, incluido Estados Unidos. La votación en la cámara baja podría realizarse tan pronto como el martes, momento en el que los cambios constitucionales pasarían al Senado.
“Hoy el oficialismo ignoró a cientos de trabajadores del Poder Judicial”, escribió en X Jorge Romero, diputado opositor del Partido Acción Nacional (PAN), quien calificó los cambios como “destructivos”. “Vivimos en un México sin diálogo”.
Los jueces y trabajadores judiciales están en huelga desde el mes pasado para protestar contra las reformas, y grupos y organizaciones jurídicas internacionales advierten de que la independencia judicial e incluso la democracia están en peligro. El martes, los magistrados de la Corte Suprema del país votaron por 8 a 3 unirse a la huelga.
El partido izquierdista Morena de López Obrador tendrá una casi supermayoría en el Congreso durante su último mes en el cargo. El mandatario está impulsando la reforma como parte de un paquete de cambios que transformarían el Estado mexicano.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum, que asumirá el cargo en octubre, ha respaldado sus planes, argumentando que reducirán la corrupción en el poder judicial y disminuirán el control político sobre éste.
“Esta reforma se está dando porque así lo decidió el pueblo mexicano en las urnas. Pedimos disculpas a la gente que no está de acuerdo con nuestro trabajo… tenemos un contrato social”, dijo el martes Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara de Diputados.
Según las nuevas reglas, los abogados que quieran presentarse a las elecciones para convertirse en jueces deben tener un mínimo de calificaciones en la escuela, un título en derecho y cinco años de experiencia relevante. A los candidatos se les asignarán espacios publicitarios en radio y televisión y no se les permitirá la financiación pública o privada, aunque las elecciones mexicanas regulares suelen financiarse con dinero en efectivo que no se audita.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, advirtió que el plan supone un riesgo para la democracia, el comercio bilateral y facilitaría a los cárteles comprar influencia en los tribunales.
López Obrador calificó los comentarios de intervencionismo “irrespetuoso” y dijo que la relación con la embajada de su mayor socio comercial estaba en “pausa”.
La semana pasada, dos jueces emitieron fallos que pretendían pausar o ralentizar el proceso legislativo. Monreal dijo que Morena ignoraría los fallos porque no eran válidos.