Tres razones para creer en esta selección: no somos grandes, pero…


La reacción al gol, la armonía, la calidad de algunos campeones: Italia nos da esperanza. Las analogías con 1978, Lacombe, Cabrini, Rossi

Periodista

16 de junio – 00:42 – MILÁN

Quienes tienen el pelo blanco, o ya no lo tienen, recuerdan bien el traumático gol con el que Bernard Lacombe, el delantero francés de baja estatura, inauguró nuestro Mundial en el 78: habían pasado 38 segundos desde el inicio del torneo y ya nos sentíamos ‘ infierno; más bien, fue el comienzo de un viaje apasionante, durante el cual sentaríamos las bases para ganar el título cuatro años después. Casi medio siglo después, conseguimos batir ese récord: el descuido de Dimarco y el gol de Bajrami llegaron 23 segundos después del inicio de nuestra Eurocopa. La esperanza es que incluso este pasaje vacío inicial traiga los mismos beneficios, así como los mismos resultados. En el futuro inmediato, es decir, en el partido contra Albania, ciertamente fue así; Esperamos con confianza la confirmación el jueves contra España.

La Italia que vimos a partir del vigésimo cuarto segundo del partido fue decididamente reconfortante, al menos por tres razones. Primero, la reacción: aunque llena de jugadores inexpertos a nivel internacional (Calafiori, Frattesi, Scamacca), la selección transformó ese shock en energía positiva más que miedo, en malicia competitiva más que inseguridad. Así llegó la remontada, feroz e inmediata: en el minuto 16 ya estábamos por delante. Número dos, armonía: en poco tiempo Spalletti ha logrado construir una Italia en la que cada uno sabe lo que tiene que hacer, lo hace bien y – sobre todo – lo hace en armonía con el resto del equipo. La presión funciona, la posesión del balón también funciona y la defensa, que pasa de cuatro a tres según los momentos del partido, parece probada desde hace tiempo y no nueva en esta composición. Número tres, la calidad de las personas: aunque no tengamos campeones, aunque Mbappé y Bellingham no sean los nuestros, tenemos varios campeones que tienen un impacto enorme, empezando por Barella, el mejor, y Donnarumma, decisivo en la Minuto 90, en la única ocasión en la que hizo falta que así fuera.

Estábamos hablando del 78. De aquel Mundial, más que el gol de Lacombe, lo que queda en nuestros corazones son los rostros de dos niños arrojados por Bearzot en el último momento y destinados a convertirse en símbolos de nuestra selección, hasta el punto de hacer historia: Antonio Cabrini y Paolo. Rossi. Era natural pensar en ellos cuando vimos la autoridad con la que Calafiori, dos apariciones y 95 minutos en total en azul antes de ayer, apoyaba a Bastoni en el centro de la defensa. Spalletti lo apreció durante toda la temporada en Bolonia y, trabajando juntos en las últimas semanas, tuvo la confirmación de lo que había visto desde lejos: el chico tiene todas las cualidades necesarias para ser titular en la selección, incluida personalidad. La única incertidumbre llegó en el último momento, cuando Manaj se burló de él, y fue entonces cuando Donnarumma se encargó de arreglar las cosas.

El jueves, por tanto, le toca el turno a España. En estas dos primeras jornadas de la Eurocopa, fue el único de los ocho equipos sobre el terreno de juego que no sufrió ningún gol. Estuvieron cerca varias veces (Croacia incluso falló un penalti en el último momento), pero aún así demostraron que eran sólidos y talentosos. Una calidad y consistencia defensiva a la que nadie parece darle importancia en este torneo, hasta el punto de que en cuatro partidos hemos visto la impresionante cifra de dieciséis goles, una media de cuatro por partido. ¿Pero es esto belleza? Si es cierto que el partido perfecto termina cero a cero, al menos hasta ahora ha habido muchas imperfecciones en la Eurocopa. Italia, sin embargo, a partir del vigésimo cuarto segundo del partido, y hasta esa incertidumbre en el minuto 90, protegió eficazmente la portería de Donnarumma. Una señal positiva. Otro. Insuficiente pensar que ya somos un gran equipo, pero útil creer que podemos llegar a serlo.





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