Tres personas han muerto y al menos 32 han sido hospitalizadas en Filipinas después de comerse una tortuga marina en peligro de extinción que habían cocinado en un guiso. En el país del sur de Asia está estrictamente prohibido capturar y comer tortugas marinas. El gobierno regional quiere ahora tomar medidas más duras contra la caza ilegal. “Un incidente como este nunca volverá a ocurrir”, afirmó.
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