Desbloquea el Editor’s Digest gratis
Roula Khalaf, editora del FT, selecciona sus historias favoritas en este boletín semanal.
Un debate sobre un legislador encarcelado derivó en una pelea en el parlamento de Turquía el viernes que dejó a tres parlamentarios heridos, exponiendo la profundidad de los resentimientos políticos mientras el partido gobernante del presidente Recep Tayyip Erdoğan se enfrenta a una oposición envalentonada.
Un diputado del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdoğan atacó a un miembro de la oposición que estaba hablando en un podio en el salón principal de la asamblea del Parlamento en Ankara, lo que desencadenó una escaramuza que dejó sangre en el suelo, según videos compartidos por varios legisladores y medios locales.
Las tensiones en la política turca se han intensificado después de que el AKP sufriera en las elecciones locales de marzo su peor derrota desde que Erdoğan cofundó el partido a principios del milenio. El partido ha caído en las encuestas desde las elecciones, ya que la oposición política turca ha aprovechado una crisis económica que dura años.
La pelea estalló en el parlamento el viernes después de que Ahmet Şık, un diputado de la oposición, criticara duramente a los legisladores del AKP, diciéndoles “no tienen dignidad”, según informaron los medios locales. Alpay Özalan, un diputado del AKP, golpeó entonces a Şık, provocando un enfrentamiento más amplio que dejó a los tres diputados con heridas leves.
“El Parlamento es el lugar donde se dicen las palabras. Si empieza a correr sangre en el Parlamento, ¿qué harán los ciudadanos?”, declaró Özgür Özel, líder del principal grupo de la oposición turca, el Partido Republicano del Pueblo, a los medios locales. “Esto es realmente muy vergonzoso”, añadió.
La oficina del presidente de la delegación del AKP en el Parlamento declinó hacer comentarios, mientras que no se pudo contactar con la oficina de Özalan.
Los legisladores habían asistido a una sesión especial sobre Can Atalay, quien en 2022 fue sentenciado a 18 años de prisión por su presunto papel en las manifestaciones del parque Gezi de 2013, uno de los levantamientos populares más graves contra Erdoğan. Atalay ha declarado su inocencia.
Atalay fue elegido diputado en las elecciones generales de mayo de 2023, y el tribunal constitucional de Turquía dictaminó que debía ser liberado de prisión porque mantenerlo detenido violaba su derecho a “participar en actividades políticas”.
Sin embargo, a finales del año pasado Erdoğan arremetió contra el Tribunal Constitucional, el máximo árbitro de Turquía en cuestiones de derechos humanos, mientras que un órgano de apelación independiente pidió a los fiscales que abrieran una investigación penal sobre la decisión. Atalay sigue en prisión.
La decisión de ignorar al tribunal constitucional fue duramente criticada por la oposición turca y muchos analistas la consideraron una señal de la tendencia de Erdoğan hacia la autocracia. El gobierno ha depurado a miles de jueces y fiscales desde el intento de golpe de Estado contra Erdoğan en 2016.
El líder de la oposición, Özel, ha calificado anteriormente la acción del tribunal de apelaciones contra el tribunal constitucional como un “intento de golpe de Estado” judicial, diciendo que “resistiremos en las calles, resistiremos en las plazas, no nos rendiremos ante esta anarquía”.
Las tensiones entre los partidarios del gobierno y la oposición política han desembocado en violencia en repetidas ocasiones. Por ejemplo, en junio estalló una pelea en el Parlamento después de que el gobierno detuviera al alcalde de una ciudad del sudeste que era miembro de un partido pro kurdo y nombrara a un candidato de su elección para ocupar su lugar.
En términos más generales, la pasada temporada de fútbol, que estuvo marcada por la violencia, fue vista por muchos analistas como una señal de malestar en la sociedad turca.
Información adicional de Funja Güler