Riesgo de liberación también para los investigados por delitos de mafia. En Palermo, tres capos investigados por lesiones agravadas por el método mafioso fueron liberados de prisión por la falta de denuncia de las víctimas. Un efecto ciertamente no deseado de la reforma de Cartabia del proceso penal, que rige desde hace unos días. Donde aguas arriba existe una novedad jurídica y aguas abajo las consecuencias de su aplicación. Así, el nuevo proceso penal cambió, a partir del 30 de diciembre, las condiciones de procesamiento, obligando ahora a las víctimas a presentar una demanda, por una serie de delitos, desde hurtos hasta secuestros sin fines de extorsión. El objetivo es evitar la celebración de juicios penales aun por hechos de limitada alarma y cuando ni siquiera los ofendidos lo juzguen necesario.
las disputas
Una novedad, sin embargo, ya muy cuestionada por muchos en estos primeros días de aplicación, tanto por fuerzas políticas (5 Estrellas a la cabeza) como por exponentes de la judicatura. ¿Las razones? La posible impunidad, efecto de la falta de denuncia por parte de las víctimas del delito, aun bajo presiones intimidatorias de los autores del delito. Lo ocurrido en Palermo, donde se aplicó la prisión preventiva como medida cautelar en espera de juicio, si es legalmente impecable, puede considerarse un caso «escolar» y ciertamente está destinado a reavivar la polémica.
La reacción de los jueces
No se hace esperar la reacción de la Asociación Nacional de Magistrados que, por boca del presidente Giuseppe Santalucia, llama a repensar el punto. Para Santalucia, cuando uno se encuentra ante el agravante mafioso «incluso el delito que, en abstracto, puede no parecer especialmente grave, asume una fisonomía incompatible con confiar a los particulares ofendidos la posibilidad de perseguirlo concretamente, según lógicas de reducción de la carga judicial que sólo son aceptables en relación con delitos auténticamente triviales».