El ex entrenador del Tottenham podría partir con un 3-5-2, con el polaco preparado para encajar. Si llegara Tudor (barquero) jugaríamos con el 3-4-2-1
– Nápoles
Dado que todo entrenador necesita tiempo y sesiones en el campo para conocer las características incluso de los jugadores más famosos, para aprovecharlas al máximo, intentemos ver cómo podría cambiar el Nápoles tras la destitución de Rudi García, que De Laurentiis tiene anunciado efectivamente. Partamos, pues, de la hipótesis de Antonio Conte, actualmente la más acreditada, y veamos cómo jugó su último equipo, el Tottenham, alineado con un delantero central -sin duda Kane- y dos centrocampistas ofensivos para completar un estrecho tridente, sostenido por un cuatro Mediocampista de tres hombres y una defensa de tres hombres. Si este es el sistema con el que volverá a partir en Nápoles, el técnico del Salento tendrá un poco de escasez por fuera y sólo Di Lorenzo y Olivera parecen aptos para cubrir toda la banda. Politano podría adaptarse por la derecha, que ya lo hizo en el Inter con Conte, pero por la izquierda habría algunos problemas con las alternativas, dado que Mario Rui no parece tener esas características. A menos que el entrenador del último campeonato del Inter consiga convencer a algunos jugadores -pensemos sobre todo en Elmas- de adaptarse y quizás cultivar nuevas características para crecer.
¿Qué pasa si vuelve a 4?
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En el medio, Anguissa y Lobotka parecen ser los más adecuados para desarrollar la maniobra de Conti, con Zielinski que podría avanzar cerca de los delanteros, donde Osimhen y Kvaratskhelia son sin duda los jugadores más talentosos. Y no se puede descartar que, dada la plenitud de la plantilla, al menos en términos de calidad técnica, Conte pueda optar por un 3-5-2 con Zielinski en línea con los demás centrocampistas y capaz de empezar siempre desde el centro del campo para salir. para encontrar espacios en el área de tiro. Pero no olvidemos que el primer Conte, que se estableció en Bari y luego comenzó su racha de campeonatos en la Juve, juega con una defensa de cuatro hombres, que también utilizó en algunos partidos con la selección nacional. En definitiva, estamos hablando de un entrenador más dogmático en cuanto a la actitud a tener en el campo, en cuanto a agresividad y principios de juego, que luego sabe ser flexible en el sistema a seguir. En cualquier caso, Conte ya ha estudiado la plantilla del Napoli y se anima a entrenarla. En definitiva, parece tener ya una idea clara de cómo hacer jugar a los azzurri para que rindan al máximo. Veremos si llega, cuándo y cómo llevará a cabo su labor de “reestructuración”.
Igor el reparador
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Tudor también prefiere el 3-4-2-1, también utilizado la temporada pasada en Marsella. En Italia, el croata destacó por haber entrado bien en carrera dos veces en Udine y también en Verona, llevando siempre a sus equipos hacia la meta de la salvación. Su mejor expresión fue en Verona, donde logró restaurar la pista que había creado su amigo y compatriota Ivan Juric. En el caso del Napoli la pista táctica fue la de Luciano Spalletti, aunque alejada de los conceptos más queridos por el técnico croata. Desde el punto de vista de la elección de los hombres, probablemente diferiría poco tanto de los utilizados por García como de las probables elecciones de Conte. La impresión es que si llega Tudor será sobre todo un barquero, que podría llegar en noviembre, si la situación del Napoli empeora aún más con respecto a la situación actual. En ese momento necesitaría mano firme y capacidad para volver a motivar a los jugadores y en eso le será útil su experiencia en la Juventus, sobre todo como jugador (pero también como segundo en el banquillo de Andrea Pirlo). Y el tercer puesto conseguido con el Marsella la temporada pasada demuestra que, si tiene jugadores que están a la altura (y en Nápoles no faltan) Igor también sabe apuntar alto sin conformarse.
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