Tres años en Milán-Cortina, Sala: «La hipótesis de Fiera di Rho para el patinaje de velocidad es creíble»

Dos ceremonias sobrias para celebrar el aniversario de la cuenta atrás. El alcalde reitera: “Ojalá se haga el Óvalo en la ciudad”. ¿Por qué no en la Arena?

6 de febrero de 2023-6 de febrero de 2026: faltan tres años para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina. Y en las ciudades que dan «título» a la 25ª edición de los Juegos de Invierno (una edición en un territorio nunca tan extenso), se celebran dos (sobrias) ceremonias simultáneamente. En Piazza Duomo, en la capital lombarda y en Corso Italia, frente al Ayuntamiento, en la zona de Ampezzo. A ambos lados, izada de la bandera e himno de Italia en presencia de representantes de las instituciones locales, con los alcaldes Beppe Sala y Gianluca Lorenzi a la cabeza.

las ceremonias

Y si en Milán no pasa desapercibida la decisión de hacerlo todo a la sombra de las palmeras que desde 2017 destacan frente a la Catedral, en Cortina la metedura de pata de quienes anunciaron que la cuenta atrás se refiere a los menos mil días a partir de lejos… Queda que los momentos simbólicos tenían que ser y los momentos simbólicos han sido. Sin florituras innecesarias y con ex campeones como corolario adecuado. En Milán, pues, le toca a Sara Conti-Niccolò Macii y Rebecca Ghilardi (en esta ocasión sin su pareja Filippo Ambrosini), oro y plata entre las parejas artísticas del reciente evento continental de patinaje artístico en Espoo, Finlandia, subir al el cielo, junto a la de Italia y Europa, la bandera con «Futura» en el centro, el logo de los próximos Juegos, mientras unos alumnos del Conservatorio interpretan «Hasta el amanecer», la canción que será el pilar del sonido en la revisión de los cinco círculos.

el ovalo

La atención, por supuesto, es para los temas críticos que acompañan a la cuenta regresiva. Vinculado, en particular, a la ingeniería de planta y retrasos relacionados. Todo ello, pues, a cinco días de las elecciones autonómicas lombardas. Después de la renuncia de los treinta Baselga di Pinè, la urgencia se refiere a la sede del Oval para el patinaje de velocidad en pista larga. “Espero que tenga lugar en Milán –reitera Sala– porque es justo considerar en primer lugar los lugares y ciudades que han participado en la aventura olímpica desde el principio. No tengo una actitud totalmente cerrada hacia el Turín que se ha presentado, pero la primera opción debe preocupar a los que siempre han estado ahí». Attilio Fontana, presidente de la Región de Lombardía, está en la misma sintonía: “Evaluaremos las ofertas y tomaremos decisiones -especifica-: para ampliar aún más, sin embargo, se debe implementar una serie de otras iniciativas, como un nuevo mini- aldea. Y los costos subirían”. Milán, por otro lado, que ya alberga el patinaje artístico, la pista corta y el hockey, en pocos kilómetros se convertiría en la sede olímpica de todos los deportes de hielo. Con las ventajas y perspectivas del caso. Andrea Varnier, CEO de la Fundación agrega: “Es normal que haya cambios durante la construcción: estamos realizando evaluaciones con el Municipio de Milán, la Región de Lombardía y las demás partes interesadas. Tenemos tiempo, no es una preocupación».

Hipótesis de la arena

Queda por entender cuál podría ser el lugar adecuado. “Hay varias hipótesis sobre las que estamos trabajando –explica Sala–, ciertamente la de la Feria de Rho está acreditada, pero entendiendo si también podría tener sentido desde el punto de vista económico. ¿La arena? No se puede competir al aire libre y cubrirlo costaría demasiado”. Sí, pero ¿quién dice que no se puede? La federación internacional. Que, en una especialidad que siempre ha tenido tracción holandesa, en marzo de 2018 dio luz verde a los Campeonatos del Mundo completos, para celebrar el centenario de la federación. naranja, se jugaron en el estadio olímpico de Ámsterdam -muy parecido al Arena, también en cuanto a antigüedad-, en aquellos días además golpeados por la lluvia. Las competiciones de los Juegos, hasta Albertville 1992, se jugaban siempre al aire libre. Y la eventual transformación de la Arena -lugar icónico, lleno de encanto e historia si la hay- sin sobresaltos, es técnicamente posible con costos relativos, en pleno beneficio de la tan pregonada sustentabilidad. Y, por último, pero no menos importante, una enorme visibilidad. El propio Cio, que ya había dicho que estaba dispuesto a hacer una excepción, en la instalación napoleónica, en una pista de hielo de 30×60 metros creada ad hoc, del 10 de febrero al 12 de marzo de 2021 se sometió a una serie de pruebas con resultado positivo, con temperaturas incluso más de 20 grados. ¿Estás seguro de que “no se puede hacer?”.



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