Unos doscientos belgas quedaron varados a última hora de la noche en Gran Canaria. Llevaban una hora esperando en el avión cuando de repente recibieron un mensaje de texto de la aerolínea TUIfly: debido a un retraso se había alcanzado el número máximo de horas de tripulación. Así que volar de regreso a Ostende esa misma noche ya no era una opción. El viajero varado Geert De Cuyper de Geraardsbergen denuncia la comunicación tardía e impersonal de TUIfly. “La falta de humanidad es espantosa”. Al final, resultó ser un problema con el camión de empuje.
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