Tras una caída de las ventas en el cuarto trimestre: Columbia Sportswear espera un “año difícil” en 2024


La empresa estadounidense de actividades al aire libre Columbia Sportswear Company sufrió importantes pérdidas de ventas en el último trimestre del ejercicio 2023.

Las perspectivas para 2024 tampoco son precisamente halagüeñas: se espera un “año difícil” debido a las reticencias de los socios comerciales y a las importantes incertidumbres económicas y geopolíticas, admitió el director general, Tim Boyle, en un comunicado publicado el jueves por la noche.

El beneficio neto se redujo casi un 26 por ciento en el último trimestre

En el cuarto trimestre de 2023, la empresa matriz de las marcas Columbia, Mountain Hardwear, Sorel y Prana generó unas ventas de 1.060 millones de dólares (974,3 millones de euros). Esto correspondió a una disminución del nueve por ciento (-10 por ciento ajustado por los efectos cambiarios) en comparación con el mismo período del año pasado. La compañía atribuyó las pérdidas al aplazamiento de las fechas de entrega en el negocio mayorista y a menores ventas en el comercio minorista estadounidense.

El resultado operativo se redujo un 27,2 por ciento hasta los 113,1 millones de dólares, lo que se debió en gran medida a que en la marca Prana se produjeron deterioros de valor de 25,0 millones de dólares. El beneficio neto cayó un 25,7 por ciento y alcanzó los 93,3 millones de dólares (85,8 millones de euros).

El grupo prevé un descenso de ventas y beneficios para 2024 y ha anunciado medidas de reducción de costes

Para todo el ejercicio 2023, las ventas consolidadas ascendieron a 3,49 mil millones de dólares estadounidenses y superaron el nivel del año anterior en un uno por ciento (+1 por ciento ajustado en moneda). Los ingresos netos cayeron un 19,3 por ciento a 251,4 millones de dólares.

Para 2024, la dirección espera ahora una caída de las ventas del 2,0 al 4,0 por ciento, hasta entre 3,35 y 3,42 mil millones de dólares. La compañía también pronosticó un margen operativo más bajo y una disminución en los ingresos netos a entre 207 millones y 231 millones de dólares.

En vista de la difícil situación, el director ejecutivo Boyle anunció un programa de austeridad que duraría varios años. El objetivo de las medidas es reducir los costes anuales entre 125 y 150 millones de dólares hasta 2026, explicó.



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