Fue una votación secreta. La Cámara sigue la recomendación del Comité de Justicia, que había deliberado a puerta cerrada durante semanas sobre el destino del dúo. El procedimiento de despido se inició en marzo tras una auditoría del Tribunal de Cuentas. Dereppe y Stevens también fueron discutidos durante las audiencias.
La GBA sufre desde hace años un profundo malestar. Los cinco directores del servicio son cada uno responsable de su propio departamento, pero ya no están de acuerdo entre sí. Alexandra Jaspar renunció a fines del año pasado porque cree que la organización fue víctima de conflictos de intereses y falta de integridad. Será reemplazada por la abogada de GBA Cédrine Molière, decidió la Sala anteriormente.
La institución también terminó en el radar de la Comisión Europea por el malestar, que objetó, entre otras cosas, la posición del alto funcionario federal Frank Robben en el centro de conocimiento de la GBA. Dio un paso atrás en febrero.
Después del verano, la Cámara votará las reformas de la GBA, que recibieron luz verde del gobierno a propuesta del Secretario de Estado competente Mathieu Michel (MR). Eso escribe ‘De Standard’. Las reformas deberían garantizar que la paz regrese al organismo de control de la privacidad. Los archivos se acumulan allí debido a las disputas entre los directores. Según una auditoría del Tribunal de Cuentas que ‘De Standaard’ pudo ver, el organismo de control de la privacidad está en pleno apogeo.