En mayo, Oleksandr Usyk y Tyson Fury ofrecieron un espectáculo de pelea a puñetazos para los libros de historia. Si la segunda parte de Los rivales de los pesos pesados del 21 de diciembre es sólo la mitad de buena que el tráiler de los organizadores, el mundo del boxeo puede esperar una superproducción digna de un Oscar.
En el adelanto de poco más de dos minutos de los organizadores saudíes, Fury y Usyk son perseguidos por un espíritu maligno que aparece por todas partes en la persona del otro.
Durante una cena con su esposa Paris, Fury, completamente horrorizado, ve de repente a su adversario en lugar de a su amada y limpia furiosamente la mesa del comedor. En otra escena, el británico ataca enojado a un supuesto Usyk, que resulta ser el padre John. Luego, el mayor le da un cabezazo a Fury y pregunta, horrorizado: “¡¿Papá?!”
En la escena inicial, incluso se puede ver a Fury en el sofá con un psicólogo que le pregunta sobre su problema. Más tarde, temblando de miedo y envuelto en una manta, Furia respira: “Veo gente Usyk”. La cara del fontanero del alma se convierte en la de un Usyk desagradable y sonriente.
La escena recuerda a la película de Hollywood “El sexto sentido” con Bruce Willis de 1999. En ella, el actor estrella interpreta a un psicólogo muerto que trata a un niño supuestamente enfermo mental. En el momento en que se le pone la piel de gallina al ver la superproducción, el niño de 9 años se dirige al psicólogo y le susurra: “Veo gente muerta”.
Boxeo: Fury quiere vengarse de Usyk
Usyk derrotó por poco a Fury por puntos en un duelo dramático en Riad el 18 de mayo y se convirtió en el primer campeón indiscutible de peso pesado desde Lennox Lewis en 1999.
Para Fury fue su primera derrota como profesional. El “Rey Gitano” ascendió por primera vez al trono del boxeo hace nueve años, cuando derrocó al gobernante de los pesos pesados Wladimir Klitschko en Düsseldorf en 2015.
El 21 de diciembre, el británico quiere vengarse de Usyk y convertirse en campeón del mundo por tercera vez en su ilustre carrera.