Al menos 27 personas murieron en México cuando un autobús de pasajeros se salió de la carretera y se desplomó 80 pies en un barranco el miércoles.
Las trágicas imágenes de la escena en el estado sureño de Oaxaca mostraron los restos destrozados del vehículo tirado de costado en el fondo de un acantilado empinado mientras los rescatistas se agolpaban.
“Según un balance preliminar, 27 personas fallecieron y 17 heridos fueron trasladados a diferentes hospitales de la región para su atención médica”, dijo el fiscal estatal de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla.
Agregó que se había iniciado una investigación sobre la causa del accidente, con indicios tempranos que sugerían una falla mecánica.
Se informó que al menos seis de los heridos estaban inconscientes y en estado grave cuando fueron trasladados de urgencia al hospital.
El autobús partió de la Ciudad de México para llevar pasajeros a una serie de diminutos y remotos pueblos de montaña en la empobrecida región de la Mixteca.
“El conductor del vehículo presuntamente perdió el control… y lamentablemente cayó a un barranco de más de 25 metros (80 pies) de profundidad”, dijo el ministro del Interior de Oaxaca, Jesús Romero.
Agregó que un niño pequeño estaba entre los fallecidos.
El accidente ocurrió en una zona montañosa hogar de comunidades remotas y en su mayoría indígenas, caminos sinuosos y barrancos empinados.
La ruta y las posesiones, bultos y canastas esparcidos entre los escombros sugieren que las víctimas eran personas que trabajaban en labores manuales en la capital y probablemente regresaban a sus ciudades de origen cuando ocurrió el accidente.
“Lamentamos profundamente el accidente ocurrido en Magdalena Peñasco”, escribió en redes sociales el gobernador del estado de Oaxaca, Salomón Jara, al ofrecer las condolencias a los familiares de los fallecidos.
“Nuestro personal de gobierno ya está trabajando en el operativo de rescate y para brindar todo el apoyo a los heridos”, dijo.
Los accidentes de tránsito mortales son comunes en México, generalmente debido a las altas velocidades, las malas condiciones del vehículo o la fatiga del conductor.
Muchas personas dependen de los autobuses, en su mayoría operados por pequeñas empresas de transporte que prestan servicios a comunidades remotas con vehículos antiguos.
Los choques de camiones de carga también han aumentado en las carreteras del país.
El mismo día, un choque con fuego que involucró a vehículos de carga dejó ocho personas heridas en una carretera en el central estado de Querétaro, dijeron las autoridades.
En mayo, al menos 18 turistas mexicanos murieron cuando su autobús se hundió en un barranco en el occidental estado de Nayarit.
El mismo mes, 29 personas, incluido un bebé, murieron en un terrible accidente cuando un minibús chocó con un camión en una carretera en el estado nororiental de Tamaulipas.
Los activistas de la seguridad vial han pedido repetidamente regulaciones más estrictas para evitar tales catástrofes.