El Gobierno se ha dado un horizonte de un mes para evaluar la evolución de la situación económica y geopolítica, y lanzar un nuevo escudo anti subida de precios para proteger a familias y empresas. Siempre tratando de evitar la deuda extra. Algunos atisbos para evitar recurrir a un desvío provienen del comportamiento del PIB, que no solo evitó el signo menos en el primer trimestre sino que está dando señales alentadoras sobre la tendencia en el segundo. Eso sí, los espacios que se abrirían estarían fundamentalmente ya hipotecados: la rebaja de los impuestos especiales sobre las gasolinas, con vencimiento el 8 de julio, que muchos piden ampliar o reforzar, cuesta mil millones al mes; harían falta al menos dos para llegar a septiembre y evitar la sangría al salir de vacaciones.
Intervención para proteger los salarios
Con toda probabilidad, sin embargo, será necesario replicar algunas intervenciones para proteger los salarios, después de la bonificación de 200 euros (que llega para empleados, jubilados y desempleados con ingresos de hasta 35 mil euros, pero también ciudadanos y trabajadores temporales) con cheques de pago de julio. Una medida puntual evitaría la “vana persecución entre precios y salarios” evocada por el gobernador del Banco de Italia Ignazio Visco. También porque cualquier medida estructural solo podría discutirse en otoño, con la ley de Presupuesto.
Hipótesis de la mesa en el Palazzo Chigi
Es probable que se busque un nuevo enfrentamiento con los interlocutores sociales. De momento no hay citas en la agenda del Palazzo Chigi, pero el primer ministro Draghi estaría disponible para convocar una mesa sobre salarios con los interlocutores sociales para gestionar juntos, sindicatos, empresas y gobierno, una fase crítica por la baja del poder adquisitivo de los trabajadores.
La presión sobre el salario mínimo
La galopante inflación también acentúa la urgencia de una reflexión sobre el expediente del salario mínimo, con crecientes presiones para llegar a un acuerdo en el seno del legislativo. Sobre el salario mínimo, la ministra de Trabajo, Andrea Orlando, recordó que existe una propuesta que contempla cómo “la remuneración global contenida en los contratos puede convertirse en el salario mínimo de referencia para todos los trabajadores de ese sector”.